Después de varios años de ausencia regresó Nicolás Repetto con un programa ágil y renovador. Faltan ajustar detalles y contenidos, pero es una propuesta interesante
Por Roberto Aguirre BlancoAl hombre le gusta innovar y sabe que cada vez que regresa se espera mucho de él.
Nicolás Repetto, conciente de eso, puso toda la carne al asador y debutó en la noche del sábado por el Trece con un programa entretenido pero al que aún le faltan ajustar detalles.
“Nico trasnochado” propone una serie de segmentos donde se mezclan la actualidad, el humor, los pasos de comedia, la crítica mordaz, los guiños y los tradicionales invitados, por ahora en muy poco tiempo.
Ante esta escasa duración –el primer programa sólo tuvo 70 minutos- la cantidad de propuestas, muchas de ellas de buen tenor, quedaron asfixiadas por tener que entrar “sí o sí”.
Las grandes novedades estuvieron en los adelantos tecnológicos, ya que Nico pudo contar con pantallas digitales táctiles para hablar de productos –en este caso los autos más caros del mundo- y el momento de comedia y humor que jugó Diego Reinhold con efectos de animación sobre una pantalla que simulaba un muro que se escribía con aerosol.
A la hija de Nico, Juanita Repetto, le tocó jugar con el momento de mayor dureza del programa cuando debió entregar el premio a la “cagada” de la semana a un funcionario por una acción de gobierno que la producción considera errónea.
El primer ganador de la tabla y tapa de inodoro con dibujos fue para el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, criticado por la realización de bicisendas en calles complicadas para el tránsito.
El hombre PRO lo tomo con humor y defendió su gestión, aunque allí hizo falta un partenaire más mordaz que Juanita para responder a los dichos del político y no dejar que fuera un monólogo del entrevistado.
Luego también hubo paso de humor en la calle con “El pollo” Cerviño y sus maratones, encuestas y un pasaje de “El sueño”, con una imitación a “Sorpresa y media”, por el clima de la producción, pero con remate distinto.
En este caso, un fan del grupo Kiss, que soñaba saludar a sus ídolos que, caracterizados, lo reciben en el hotel, supuestamente en la última gira a Buenos Aires.
Tras festejar, lo encierran y los supuestos músicos se lo “pasan” al joven por “las armas” entre todos, en un momento de humor negro y poco efectivo.
Como invitadas estuvieron Carla Peterson y Griselda Siciliani, quienes jugaron a ser reporteadas y luego en un espacio de humor que no terminó de rendir del todo.
El programa tiene la impronta renovadora de Nico, le falta tiempo de maduración y extensión, o contenidos con más desarrollo de las buenas ideas.
Lejos de “Sábados Bus”, Repetto debe recordar que sus mejores programas fueron sobre una sola idea bien desarrollada, en lugar de varias pequeñas que no terminaban de explotar.
El ciclo tuvo buena recepción del público, que le dio 14,7 puntos de rating a las 23:15.
Buen comienzo.