El procurador general habló del caso con el fiscal Noailles sobre el sobreseimiento de Néstor y Cristina Kirchner en la causa por presunto enriquecimiento ilícito
El fiscal subrogante que está al frente de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA), Guillermo Noailles, se acomodó en su asiento y negó a LA NACION todo contacto con su jefe, el procurador general de la Nación, Esteban Righi, durante los días en que decidió no apelar y así permitir que quedara firme el polémico sobreseimiento de Néstor y Cristina Kirchner en la causa por presunto enriquecimiento ilícito.
Sin embargo, altísimas fuentes de la Procuración General y de la Fiscalía confirmaron que Noailles y Righi -de estrecho vínculo con los Kirchner- se comunicaron por teléfono por lo menos dos veces. Conversaron después de que Oyarbide notificó su fallo a la FIA y comenzó a correr el plazo para que Noailles apelara, entre el viernes 18 y el lunes 28 de diciembre pasado.
Al final, Noailles no apeló, a pesar de los dos informes que, según informó LA NACION el lunes 11 de este mes, le entregaron dos contadores de la propia FIA, que mostraban inconsistencias, faltantes y contradicciones en el peritaje oficial, por lo que concluyeron que más de $ 24,7 millones del patrimonio de la pareja presidencial no se encontraban "debidamente justificados".
LA NACION le reiteró y precisó la pregunta sobre algún contacto con el procurador durante aquellos días.
-¿Usted habló con Righi sobre algo en particular? ¿"Coordinó" algo con él?
-No, no, no [suspira]. Al doctor Righi no lo veo desde el plenario de fiscales realizado en el mes de noviembre y? eh? incluso cuando participé de la reunión, cuando Righi propone designarme subrogante [al frente de la FIA] estaba otro doctor presente, así que no, de ninguna manera. De eso no se habló. No fue un tema que creo que el doctor Righi me planteara eso.
Sin embargo, una fuente de extrema confianza de Righi -se encuentra en México- detalló a LA NACION que el procurador contactó a Noailles. En teoría, sólo para pedirle que le avisara "qué iba a hacer" porque, argumentó, no quería enterarse de su decisión "por los diarios".
"Puede haber una llamada, puede haber más", reconoció a LA NACION la voz de la Procuración, que de todos modos se mostró desafiante. "Pueden cruzar las llamadas que quieran", en alusión a la denuncia penal que presentó el anterior titular de la FIA, Manuel Garrido, contra Noailles, por su eventual "actividad delictual".
Enfrentado con Righi, al que acusó de recortar sus facultades al frente de la FIA, Garrido no descarta que el procurador haya contactado a Noailles para que no apelara. O antes, para que ni siquiera propusiera medidas ni peritos propios cuando Oyarbide le notificó, a fines de octubre, que dos expertos de la Corte completarían un peritaje contable.
"Deben determinarse las llamadas telefónicas que se hayan realizado o hayan sido recibidas [por la FIA] en los 10 días posteriores al 27 de octubre y al 28 de diciembre de 2009, determinando si existieron llamadas provenientes del Poder Ejecutivo o del procurador general", pidió Garrido en su denuncia.
Garrido aportó un número de teléfono celular y seis teléfonos de la FIA: el directo de Noailles, otro que se encuentra próximo a su oficina y los de dos colaboradoras, entre otros.
Según reconstruyó LA NACION, las comunicaciones desde la Procuración llamaron la atención dentro de la FIA. "La gente de Righi no paró de llamar", contó una fuente, que recordó que un momento álgido fue el lunes 21 de diciembre, entre las 18 y las 18.30, cuando Noailles comenzaba a definir sus pasos. "No llamó ni al despacho [del fiscal] ni al de su colaboradora más cercana. La gente de Righi pidió incluso el teléfono de la casa de Noailles", relató la fuente, que aportó dos precisiones: el nombre de la asistente del procurador que habría llamado -M. S.- y que las llamadas también habrían pasado por el teléfono celular de una colaboradora del titular subrogante de la FIA.
LA NACION intentó ubicar a Noailles durante varios días. Pero retomó las vacaciones que había interrumpido para la entrevista con LA NACION, en la que aludió a la denuncia.
-¿Qué piensa de la denuncia en su contra por omisión de la persecución penal?
-No la conozco más que por información periodística y me parece absolutamente infundada. Además, no sé a dónde apunta Garrido.
Por sorteo, la denuncia contra Noailles y otra similar de Garrido contra el contador de los Kirchner, Víctor Manzanares, y los peritos de la Corte cayeron en manos del propio Oyarbide, que optó por excusarse y las giró a su colega Daniel Rafecas, que a su vez se las devolvió. Ninguno de los dos magistrados definió si allanará la FIA como pidió Garrido para impedir que destruyan o retoquen el expediente administrativo en el que figuran los dos dictámenes de los peritos de la Fiscalía.
Esos dictámenes resultaron una sorpresa general. El fiscal subrogante -que cobra, como tal, un plus salarial- sólo les había pedido que revisaran el peritaje de la Corte de manera informal y sus contadores lo "sorprendieron" con sus dos reportes, cuentan desde la FIA. Pero, además, Righi ignoraba que Noailles siquiera había pedido algo así, contaron a LA NACION en la Procuración.
Según Noailles, de todos modos, la última vez que vio o habló con Righi fue durante la reunión con los fiscales generales del 26 de noviembre. Allí, el procurador destacó los esfuerzos por lograr una "mayor eficacia" en las investigaciones complejas sobre "delitos de corrupción, lavado de dinero, delincuencia fiscal y trata de personas".
Righi planteó "la necesidad, por un lado, de respetar la autonomía de cada fiscal que tenga a cargo un caso de estos cuatro supuestos", pero dotándolo "de todas las posibilidades de llevar adelante su cometido con mayor eficacia, prestándole todo el auxilio". Para eso, resaltó, "la estrategia es ayudar y de ninguna manera imponer".