Según el gobierno, la película incita a la revolución y a la violencia. Para maquillar la drástica decisión, las autoridades conservarán la versión 3D de la película
El régimen comunista decidió retirar Avatar, el film de James Cameron, y lo retiró de más de 1.600 salas de todo el país. La mucho más apropiada Confucio, una biografía del histórico filósofo chino rodada con apoyo gubernamental, sustituirá a partir de este sábado a la subversiva superproducción de Hollywood.
A los experimentados censores del gobierno se les escapó en un primer instante el peligro de Avatar y la incluyeron en la lista de 20 películas extranjeras autorizadas a exhibirse en el país cada año. Sin embargo, varios espectadores avispados sí advirtieron el mensaje subliminal.
La película -estrenada en China el lunes 4 de enero- narra el sufrimiento de los Na'vi, un pueblo del planeta Pandora que en el año 2154 se enfrenta a una agresiva colonización humana que ambiciona sus tierras, ricas en minerales. Sustituya Pandora por China, los Na'vi por los centenares de millones de ciudadanos sin derechos del país, y la violenta colonización humana por las expropiaciones a la fuerza que el gobierno chino practica con los campesinos, y encontrará la respuesta al pavor del régimen.
Para maquillar una decisión tan drástica, las autoridades conservarán la versión 3D de la película, sólo accesible en algunas salas de grandes ciudades como Beijing o Shanghai. Así lo aseguraba ayer el diario hongkonés Daily Apple, quien destapó el caso luego confirmado por distintas fuentes. A pesar de ello, Avatar ya ha tenido tiempo de convertirse en el film más visto en la historia del gigante asiático, con una recaudación de 75,6 millones de dólares y colas de hasta una semana para conseguir una entrada.
Por eso la reacción en los foros de Internet fue ayer masiva. "Si Avatar es sustituida por Confucio, le haré boicot a Confucio", escribió un internauta enojado. Aunque la mayoría de comentarios optaron por la ironía para evitar ser suprimidos: "Esta es una de las hierbas más venenosas de EE.UU.y nuestros censores nos han decepcionado no actuando antes. En Avatar los protagonistas actúan siempre de acuerdo a sus preferencias, a su propio sentido de la justicia, y también actúan contra sus superiores. Hay que prohibirla de inmediato", apuntó con ironía el bloguero Ncu, secundado por decenas de comentarios. No hay duda de que decisiones tan impopulares perjudican cada vez más la imagen del gobierno entre sus ciudadanos.
Casualidades de la vida, al mismo tiempo que el régimen decidía retirar la versión en dos dimensiones de Avatar, salía a la luz un vergonzoso caso de expropiación ilegal y extorsión en la provincia de Jiangsu. El diario hongkonés South China Morning Post desveló que el jefe del Partido Comunista de la localidad de Hewan, Sun Xiaojun, fue detenido tras contratar a 200 matones para expropiar tierras a campesinos, quienes reaccionaron. Las protestas terminaron con un muerto.
Cuando Sun se disponía el pasado 7 de enero a expropiar las pocas hectáreas que aún no había requisado ilegalmente, los campesinos se interpusieron con una sentada. A partir de ahí se originó una revuelta que terminó con un joven muerto. Al día siguiente, 200 policías quisieron llevarse el cuerpo de la morgue. Ante la negativa de la familia, la policía usó gas lacrimógeno para dispersarla. Unas horas más tarde, más de 1.000 vecinos salieron a la calle a protestar.
La corrupción entre los funcionarios locales en China es habitual, en especial en casos relacionados con expropiaciones de tierras y viviendas para lucrativos negocios inmobiliarios. Según la red anticorrupción Transparency International, China ocupa el puesto 79 entre 180 países en el Indice de Percepción Internacional sobre Corrupción. Por eso a Beijing no le gusta nada que unas criaturas azuladas vengan del planeta Pandora a despertar extraños sentimientos entre sus pacíficos campesinos.