La jefa de Estado apareció incómoda y nerviosa al tener que contestar preguntas de los medios. Volvió a criticar a los "monopolios" y maltrató a varios periodistas
Más nerviosa que nunca, la presidenta Cristina Kirchner cargó hoy duro contra el vicepresidente Julio Cobos y respondió en forma agresiva a la mayoría de las preguntas que le hicieron los periodistas, a los que rara vez convoca a conferencias de prensa.
La jefa de Estado maltrató hasta el propio Roberto Di Sandro, considerado el decano de la Sala de Prensa del Gobierno, por considerar que sus preguntas ya habían sido respondidas.
Hasta le preguntó: "¿Usted dónde estaba cuando comenzó la conferencia de prensa?".
"Estoy dispuesta a morir para que sigan escribiendo las mismas mentiras que escriben en su diario, con la libertad que lo hacen siempre". La presidenta Cristina Kirchner eligió frases grandilocuentes como estas para responder ante una pregunta que, según demostró, le cayó mal.
Esto ocurrió en el marco de la conferencia de prensa que dio en forma sorpresiva esta tarde. La mandataria había pactado una alocución inicial y sólo cuatro preguntas, pero hubo tres o cuatro más, lo que ya le generó cierto malestar.
Pero lo que más la irritó fue la participación de un periodista de esta diario que le preguntó cómo veía las diferencias que hay entre los políticos chilenos y los argentinos. Esto a partir de la reciente elección en el país vecino donde la oposición reconoció rápidamente la victoria de Sebastián Piñera y mostró una convivencia respetuosa.
Cristina respondió en primer lugar que eso era sólo un "juicio de valor" del periodista y descargó todas las culpas en la oposición. Para ejemplificarlo, señaló que ningún dirigente de la oposición la había llamado cuando ganó las elecciones.
Tras la respuesta, cargó inmediatamente contra el diario. "Quiero decirle que usted es un trabajador de prensa, quiero que usted se sienta cómo, que no se sienta mal, pero usted sabe como están las cosa en la Argentina", dijo. Y siguió, afirmando que "hay, no sólo un comportamiento diferente de la oposición con lo que pasa en otros países, sino también de algunos medios, especialmente el monopolio Clarín, con respecto a intereses económicos y también intereses personalísimos de sus accionistas".
En el mismo tono, Cristina enfatizó: "Creo que cuando reflexionamos a cerca de los argentinos, también auto-reflexionemos sobre nosotros mismos; sería bueno una mirada introspectiva de ustedes, a cerca de las cosas que escriben que se dicen con absoluta libertad". Allí fue que lanzó: "Estoy dispuesta a morir para que sigan escribiendo las mismas mentiras de siempre, con la mayor de las libertades".