Fuentes gremiales y de la empresa aseguran que se mandaron a reparar aviones al exterior por más de US$ 15 millones, sin licitación y a talleres que no estaban habilitados
En estos momentos, ahora mismo, uno de los mejores aviones de Aerolíneas Argentinas (AA), un Airbus A 340-300, está siendo reparado en Brasil por un taller que estaba inhabilitado por la propia empresa estatal para arreglar ese modelo de aeronaves, pero que aún así fue contratada de manera directa, sin hacer licitación pública, para hacer un trabajo por el que cobrará más de un par de millones de dólares
Antes de que ese avión viaje a Río de Janeiro, uno de los más altos jefes de mantenimiento de AA le adelantó al directorio de la empresa que los trabajos a hacerse en el Airbus podían ser realizados sin ningún problema por técnicos argentinos. No hubo caso. El avión se fue igual, y terminó pasando lo que parecía lógico que podía ocurrir. Los arreglos no sólo se extendieron más de la cuenta, sino que los mecánicos cariocas que debían reparar el avión, lo terminaron rompiendo: la mañana del jueves, dejaron caer al piso a uno de sus enormes motores, valuado en más de 5 millones de dólares. Arreglarlo tendrá un costo aproximado de medio millón de billetes verdes, contaron fuentes de Aerolíneas
El avión es un Airbus A 340-300, identificado como LV-BIT. Está parado en el hangar de la empresa TAPME en Río de Janeiro desde el 26 de noviembre. Este caso no es la excepción sino el ejemplo más extremo de una regla de AA. La línea de bandera repara buena parte de sus aviones y sus motores en talleres del extranjero, operaciones en las que gastó más de 15 millones de dólares el año pasado.
Una paradoja: el presidente de la empresa, Mariano Recalde, les anunció a los técnicos en mantenimiento que no invertiría "ni un peso" en ese sector (ver página 4). Pero durante 2009 la compañía arregló en Costa Rica nueve aviones MD-83 de Austral (por lo que se pagó más de US$ 600 mil por nave); envió cinco motores JT8D-219 a talleres de Nueva Zelanda y México (con un costo de 2 millones de dólares cada uno); mandó un Boeing 747-400 a Israel y otro Airbus A 340-300 a Alemania.
Los voceros de AA explicaron que esos arreglos se hacen en el extranjero cuando la capacidad técnica de los talleres nacionales están sobrepasada. Pero fuentes del sector de mantenimiento aseguran que no siempre es así, y siembran sospechas sobre la posible existencia de sobreprecios en estas operaciones: "Es inédito que se mande a reparar un avión a un taller sin experiencia. La gestión de Recalde o es ineficiente o es corrupta", definió el secretario general de la Asociación de Personal Aeronáutico, Ricardo Cirielli.
Mucho antes de que se envíe el Airbus al taller TAPME, Omar Lindoro, jefe de la Unidad de Mantenimiento Mayor Internacional de Aerolíneas Argentinas, envió un mail al directorio de AA donde explicó que la revisación de esa aeronave podía hacerse "perfectamente" en Buenos Aires. ¿Por qué se insistía entonces con mandar ese avión a Brasil? ¿Los talleres extranjeros son más eficaces que los nacionales? Lindoro, en su correo, dijo justo lo contrario: habló de los "nefastos resultados de las experiencias pasadas en recorridas en talleres externos, donde prácticamente en la totalidad de las inspecciones mayores hubo que cumplir una cuasi inspección de alistamiento y solución de fallas con mano de obra propia".
A pesar de las advertencias, Aerolíneas envió igual el Airbus a TAPME. Y no sólo eso. Lo hizo incumpliendo los procedimientos internos de la empresa, que dictaminan que los talleres para mantener sus aviones deben estar incluidos en la llamada "Lista de Reparadores Aprobados". El Airbus que viajó a Río lo hizo el 26 de noviembre, pero TAPME recién apareció como taller aprobado en la lista del 29 de diciembre, más de un mes después. En ese lapso, un auditor de Aerolíneas viajó a TAPME para inspeccionar el lugar. Su informe admite en el punto 9 que el lugar no estaba capacitado para arreglar Airbus A 340-300.
A más de un mes y medio de ser enviado a Brasil, el estado del LV-BIT es peor al que tenía cuando salió para allí. TAPME ni siquiera tenía las herramientas necesarias para repararlo, por lo debió pedírselas prestadas a la propia AA: tardaron más de un mes en llegar. Fue una vez que esos instrumentos estuvieron allí, recién la semana pasada, cuando los técnicos brasileños empezaron a revisar a fondo el Airbus y en una maniobra desafortunada le rompieron uno de sus motores.
Clarín se comunicó con los voceros de AA para hablar sobre el tema. Admitieron que el contrato con TAPME no se hizo por licitación sino que se concretó luego de hacer una compulsa de precios entre otras empresas, y que esa compañía fue la que ofreció pagar menos. Sobre el resto de las posibles irregularidades cometidas durante este proceso, callaron.
Aerolíneas Argentinas paga más de 600 mil dólares por mes para alquilar el Airbus A 340-300 LV BIT. Hace casi sesenta días que no vuela a ningún lado.