Desesperados, haitianos arman 'barricadas' con cadáveres para reclamar más ayuda humanitaria
Enojados haitianos levantaron barricadas en Puerto Príncipe para protestar por la demora en la entrega de ayuda humanitaria tras el devastador terremoto que sacudió su país.
Shaul Schwarz, un fotógrafo que trabaja para la revista TIME, dijo que vio al menos dos barricadas formadas con cuerpos de víctimas del terremoto y piedras.
"Están empezando a bloquear los caminos con cuerpos, se está poniendo feo, la gente está cansada de no recibir ayuda", señaló Schwarz a la agencia de noticias Reuters.
Sin embargo, este no sería el único lugar del país donde las barreras con cadáveres pueden verse sobre los caminos. Medios españoles aseguran que la escena se repite en otros pueblos, ante lo que los haitianos consideran una ayuda insuficiente.
Sin embargo, durante todo el jueves cargamentos de ayuda humanitaria, médicos, especialistas en rescate y periodistas llegaron a ese país desde todo el mundo, aunque el caos y la falta de organización predominan en Puerto Príncipe.
Miles de personas, muchas de ellas heridas, abarrotan las calles de la capital haitiana, después de haber dormido por segunda noche consecutiva en lugares despejados, como jardines y plazas, a salvo de posibles derrumbes de las montañas de escombros en las que se han convertido numerosos edificios después de los sismos del martes.
Según dijeron fuentes de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la Comisión Europea (ECOH, siglas en inglés), cálculos preliminares señalan que un 10% de las viviendas de Puerto Príncipe se han derrumbado o han quedado inservibles, aunque admiten que podría ser mucho más.
Un responsable de la Cruz Roja local, Víctor Jackson, se aventuró también a dar una cifra de muertos, entre 45.000 y 50.000, aún sabiendo que "nadie sabe con precisión ni está en situación de confirmar" números.
Jackson apuntó que los terremotos registrados el martes, el más fuerte de 7 grados Richter y con epicentro a 15 kilómetros de la capital, han dejado tres millones de personas damnificadas, incluyendo a heridos y personas sin hogar.
Los cuerpos de muchos de esos muertos están aun abandonados, los más afortunados cubiertos por piadosas sábanas blancas, en las calles de Puerto Príncipe y, según la misma emisora, "algunos se están empezando a hinchar por el calor".
Otros están en el depósito de cadáveres del Hospital General de Puerto Príncipe, apilados unos sobre otros hasta alcanzar una altura de más de un metro en los pasillos e incluso en el patio, a la vista de los enfermos que reciben los primeros auxilios al aire libre.
Cubiertos con mascarillas, pañuelos o simplemente tapándose la nariz para evitar el hedor de la muerte y la basura acumulada por las calles, los haitianos deambulan por las calles e improvisan camastros y cocinas: "Cualquier cosa con tal de no volver a nuestras casas, todavía tenemos mucho miedo", comenta Jean, de 35 años.
En el aeropuerto se agolpan expatriados de todos los países, que tratan de huir antes de que llegue lo peor, como la escasez de agua y alimentos y los saqueos.
A ese mismo aeropuerto, donde el aterrizaje debe hacerse "a ojo" porque la torre de control sigue sin estar operativa, está llegando la ayuda humanitaria procedente de los cuatro puntos cardinales.
Sin embargo, según informó CNN, el Gobierno de Haití está ya negando el permiso para aterrizar más aviones, porque no hay pistas disponibles ni fuel suficiente para repostar.