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3 de diciembre de 2024
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Al presidente de Aerolíneas le cortaron las vacaciones
Mariano Recalde había viajado a Punta Cana por sólo US$ 124. Ese pasaje cuesta unos US$ 1.100. Por un llamado de Julio De Vido, se volvió a los tres días. ¿Reto de Cristina?
12 de enero de 2010
El presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, debió suspender imprevistamente sus vacaciones en la isla de Santo Domingo y regresar a Buenos Aires por orden del ministro de Planificación, Julio De Vido.

Voceros de Recalde minimizaron el hecho: lo atribuyeron a una convocatoria de la presidente Cristina Fernández a todos los cuadros del Gobierno, en el marco de la crisis institucional por el Banco Central.

Sin embargo, otras fuentes del Gobierno aseguraron que aquella convocatoria presidencial había sido hecha el jueves, dos días antes de que Recalde saliera hacia Punta Cana. Ese día de la semana pasada, los ministros debieron volverse antes de la playa para estar presentes en la firma del decreto.

Sea como sea, finalmente, las vacaciones del funcionario duraron tres días. Llegó hoy por la mañana.

Desde los gremios aeronáuticos, aun los que tienen fuertes enfrentamientos entre sí, coincidieron en interpretar que la orden de De Vido es para que Recalde explique personalmente las razones por las que pagó una tarifa preferencial para viajar a la isla caribeña, a pesar de que el vuelo de Aerolíneas en el que viajó había sido alquilado como charter.

El domingo, Clarín informó que Recalde habría pagado 124,10 dólares por ocupar un asiento en la fila 5 (clase Business) del vuelo AR1970 hacia Santo Domingo, en el marco de un paquete turístico de siete días a la ciudad de Punta Cana.

El paquete en su totalidad era ofrecido a una tarifa entre 1.500 y 1.700 dólares, más otros US$ 820 por el pago de impuestos y de pase de asiento clase turista a clase business.

Los 124,10 dólares pagados por Recalde habrían sido los impuestos del pasaje, del cual dispuso sin cargo alguno, en uso de los beneficios que la compañía otorga a sus empleados. En efecto, cada uno de los casi 9.000 empleados de Aerolíneas, Austral y sus tres empresas controladas disponen de dos pasajes anuales, sin cargo, por vacaciones. Además, en otros vuelos no vacacionales acceden a una tarifa preferencial, denominada "sublo" que implica un descuento de hasta 90% de la tarifa.

Sin embargo, esos beneficios cuentan con una restricción concreta: excluyen a los vuelos charter.

Así emana de una resolución de la propia Aerolíneas de 2006, titulado "Pasajes al Personal". En sus primeras líneas lo define: "La Empresa otorga a su personal (.) el beneficio de pasajes para ser utilizados en servicios regulares y especiales, excepto en aquellos cuya comercialización se hubiera efectuado por medio de un contrato en donde no se haya contemplado este beneficio".

El vuelo AR1970 en el que viajó Recalde no fue regular o especial (los que se agregan cuando hay un pico de demanda), sino charter. De hecho, Aerolíneas ni siquiera incluye a Santo Domingo entre sus rutas regulares.

Voceros de Recalde aseguraron a este diario -y así fue consignado-- que es habitual que las agencias de turismo que contratan vuelos charter con Aerolíneas le cedan a la compañía la comercialización de los asientos que no llegaron a vender, en el marco del vínculo comercial.

Y que fue en ese contexto que Recalde accedió a una plaza en ese vuelo. Eso es lo que De Vido le estaría exigiendo ahora que salga a explicar en persona.