El acta de defunción de Michael Jackson dice que la muerte del cantante fue un "homicidio por intoxicación aguda" con el sedante Propofol y por esa razón su médico Conrad Murray será acusado de "homicidio involuntario".

La copia del documento, que consta de dos páginas -el propio informe y una corrección del mismo- apareció publicada en la prensa británica.

El 31 de agosto de 2009 el médico forense Christopher Rogers determinó que la muerte de Jackson fue un "homicidio", causado por un "intoxicación aguda" con el narcótico Propofol, introducido en el cuerpo del cantante mediante una "inyección intravenosa realizada por otra persona".

A raíz de este informe forense, fiscalía acusará de "homicidio involuntario" a Conrad Murray, el médico que trataba al cantante, ya que admitió que proporcionó a Michael Jackson dicho narcótico así como otras drogas horas antes de su muerte.

Murray ha contratado ya los servicios de un abogado en caso de que finalmente se le imputen los mencionados cargos relativos a la muerte de Jackson.

Por su parte, la familia del cantante y autor de "Thriller" declaró que "mantiene su fe en la investigación policial", e insisten en que están seguros de que hay más de una persona implicada en la muerte de Jackson.