El magistrado, que protagonizó un escándalo hace unos años vinculado con el prostíbulo Spartacus, está en la mira por sus fallos favorables y funcionales al Gobierno
El juez federal Norberto Oyarbide rechazó los cuestionamientos que surgieron luego del fallo que emitió para sobreseer a Cristina y Néstor Kirchner en la causa sobre el aumento de su patrimonio.
"Tengo el cuero muy curtido, de mí han dicho de todo; pídanme todos los juicios políticos que quieran", replicó el magistrado en diálogo con la oficialista Radio 10.
Oyarbide reiteró que ls decisión se basó en el informe que le entregó el cuerpo de peritos de la Corte Suprema. "Dijeron que el crecimiento económico patrimonial era justificado", insistió.
"Me ajusté al dictado de todo el trabajo pericial del cuerpo de peritos más prestigioso del país, que es el de la Corte Suprema", afirmó. El magistrado insistió con que los especialistas que investigaron el patrimonio del matrimonio presidencial aseguraron que su "crecimiento está plenamente justificado".
El juez federal admitió que "no puede desconocer" que la sentencia que dictó en la causa por presunto enriquecimiento ilícito generaría "opiniones a favor y en contra", pero resaltó que las críticas y acusaciones en su contra que lanzaron dirigentes opositores tienen "un trasfondo político".
Reconoció que "hay decisiones que no calzan justo a las apetencias políticas" de turno. "Yo lo siento muchísimo", manifestó al tiempo que aclaró que "no está para ganarse el cariño de la población ni mucho menos".
También rechazó las acusaciones y críticas que lanzaron el ex fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, y principalmente Elisa Carrió, quien lo llamó "corrupto".
Norberto Oyarbide aclaró que "no" estuvo en la Quinta de Olivos para hablar con ninguna persona sobre la causa, mientras que reconoció que sí estuvo con el contador del matrimonio presidencial, Victor Alejandro Manzanares, debido a que asumió la función de ser perito de parte.