Mar del Plata explotó. El buen clima atrajo a un aluvión de turistas, que el fin de semana colmaron las playas de la ciudad.

Según el Ente Municipal del Turismo, ingresaron 220.000 personas en los últimos dos días, que se suman a los que ya habían llegado en vísperas de las Fiestas y a los "puntuales" que ocuparon las casas alquiladas el 1º de enero. Así, Mar del Plata tuvo el mejor primer fin de semana de los últimos cinco veranos, reconocieron los operadores.

Gracias al sol, que dio el presente hasta las cinco de la tarde de ayer, hubo gente por todos lados: en balnearios, playas públicas y hasta en el agua, todo en Mar del Plata se hizo "codo a codo". "Tuve que dejar el auto a cinco cuadras", contó a Clarín Mario Rada, de Banfield, mientras su señora Alicia improvisaba una línea de montaje de sandwiches de salame, cocido y/o queso para los seis integrantes de la familia. Ahí cerca, en la explanada de la Bristol, la ronda en los espectáculos callejeros se fue haciendo cada vez más grande. Y a la hora del almuerzo, los kioscos con mejores precios (sandwiches completos por 4 pesos y gaseosas de segunda marca a 1,50) atendían a una buena cantidad de turistas.

Según los empresarios turísticos, se combinaron varios factores para un arranque de temporada espectacular. La devaluación del peso alejó a los argentinos de Brasil y Uruguay. Y las Fiestas en vísperas de fin de semana hicieron que muchos adelantaran la llegada.

Miguel Donsini, de la Cámara de Martilleros, habla de un 75% de alquileres tomados. "Estamos trabajando entre un 15% y un 20% más que el año pasado. Y ya tenemos un 40% de reservas para la segunda quincena", aseguró.

En la misma línea, Esteban Ramos, de la Cámara de Balnearios, admite casi un 90% de ocupación en carpas y sombrillas. "Fue un fin de semana excepcional, y que nos llena de optimismo". A pesar de los buenos pronósticos, los empresarios reconocen que recién hoy, terminado el envión de las Fiestas, se tendrá una real medida de cómo viene la temporada. De todos modos, este buen comienzo de enero también permite equilibrar un poco los números. "Para nosotros la temporada arranca el primero de diciembre. Y ahí el clima no ayudó tanto", dijo Adalberto Díaz García, de los balnearios Puerto Cardiel y Bahía Bonita, en la zona norte.

En el rubro gastronómico también se registra el impacto. A la noche, hay cola en los restoranes y tenedores libres de las primeras tres cuadras de la peatonal San Martín. Y al mediodía, muchos comensales en los paradores de la playa. "Los precios están bastante bien, así que en vez de traernos la vianda comemos acá", comentó Mariana Sanjuan, mientras tomaba sol en Punta Arenas.