Ni el fiscal federal ni el de Investigaciones Administrativas apelaron la decisión del juez Oyarbide de sobreseer al matrimonio Kirchner por el incremento patrimonial
El abultado incremento patrimonial del matrimonio presidencial durante 2008 está a un paso de dejar de ser objeto de investigación. Ni el fiscal federal, Eduardo Taiano, ni el de Investigaciones Administrativas, Guillermo Noailles, apelaron hasta este mediodía la decisión del juez Norberto Oyarbide de sobreseer a Cristina y a Néstor Kirchner.
Ambos tenían plazo hasta esta mañana para presentar una apelación ante la Cámara Federal. pero decidieron no hacerlo. La inacción de ambos funcionarios del Estado dejaría firme la resolución absolutoria de Oyarbide y la causa sería cerrada.
Durante 2008, los bienes del matrimonio presidencial crecieron un 158% respecto del período anterior, el mayor crecimiento desde que llegaron en 2003 a la Casa Rosada. Son 44 millones de pesos, entre propiedades, ventas varias, depósitos bancarios y acciones en sociedades comerciales.
El juez Oyarbide decidió sobreseerlos el lunes pasado sin más investigación que una pericia realizada por dos profesionales del cuestionado Cuerpo de Peritos Contadores de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que elaboraron su informe junto con el contador del matrimonio presidencial, Víctor Manzanares.
La Corte tiene en la mira a su cuerpo de peritos contadores por diversas denuncias. Por este sobreseimiento decidido en tiempo récord, la oposición, encabezada por la jefa del bloque de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, adelantó que pedirá el juicio político de Oyarbide.
La principal duda sobre el patrimonio presidencial se abre a partir de los jugosos intereses que, según declararon los Kirchner, les pagó el Banco de Santa Cruz por los millonarios fondos allí depositados, a tasas muy altas. Oyarbide había destacado en su fallo "la contundencia del estudio pericial".
El único que presentó un recurso para que la Cámara investigue es el denunciante Enrique Piragini, pero se duda del alcance que tendría ese pedido. El abogado realizó la presentación bajo la figura del "presunto querellante", que permite que un damnificado intervenga en una causa. Piragini le pidió a Oyarbide que lo reconozca como querellante, pero el juez se negó. Entonces, el abogado presentó una apelación contra esta denegatoria y Oyarbide le habilitó el camino para que la Cámara lo decidiera.
Si los camaristas rechazan el pedido del abogado para ser querellante, como sucede en la mayoría de estos casos, la apelación no tendrá efecto.