Lo dijo el presidente Kirchner durante una cena del gremio que nuclea a los porteros. Reflejó así la preocupación del gobierno por la violencia de San Vicente
El presidente Néstor Kirchner repasó algunos logros de su gestión durante un discurso que pronunció en un predio de Palermo.
Sin mencionar los incidentes en la Quinta de San Vicente, pidió que "los argentinos estemos en paz" .
Kirchner fue invitado a la cena anual de Suterh, el gremio que agrupa a los trabajadores de edificios de renta y horizontal.
En el acto, el mandatario estuvo acompañado por su esposa, Cristina Fernández, el vicepresidente Daniel Scioli y otros funcionarios.
"Ser presidente es una circunstancia de la historia. Y yo les puedo asegurar que en esta responsabilidad que el pueblo me dió, no pienso en claudicar ni renunciar a mis convicciones", dijo el Presidente y arrancó los primeros aplausos de los presentes.
"Quiero llevar con toda mi fuerza la idea de una argentina unida, y continuar con la lucha contra la pobreza. Hemos crecido mucho este año, pero no solo un grupo social debe crecer, sino todos los argentinos. Es por eso que algunos dicen que yo me enojo. No es que me enojo, ni me crispo, lo que pasa es que no renuncio a defender los derechos de todos los argentinos", afirmó Kirchner, y agregó: "Estoy dejando todo para que este país cambie".
En su ya clásica figura del infierno, también pidió "que lo ayuden" en su gestión.
"Cuando hablamos de unidad y de convivencia, esto se logra con una mayor distribución justa" de la riqueza.
"Por eso les pido a los argentinos que estemos en paz. Pero todavía estamos en el infierno. Dios quiera que cuando termine mi mandato estemos en la puerta del purgatorio", indicó.