Igual, admitió que habrá flexibilidad en las tácticas para lograr una "victoria" militar en ese país. "Venceremos a los terroristas", aseguró el presidente norteamericano
"No nos retiraremos de Irak pero seremos flexibles".
Con esa frase, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, sintetizó la nueva postura norteamericana hacia ante una guerra que le está haciendo muy cuesta arriba.
Bush, quien se reunió con altos mandos militares a analizar la situación iraquí, aseguró que las tropas de su país no se retirarán de Irak hasta alcanzar la "victoria" sobre rebeldes y terroristas, pero reconoció que su gobierno será "flexible" en sus tácticas frente a la creciente violencia en el país ocupado.
"Los ataques han aumentado significativamente durante las primeras semanas del Ramadán, el mes sagrado de la religión musulmana", reconoció Bush durante su habitual discurso radial sabatino.
Solamente en lo que va de octubre, 75 soldados estadounidenses murieron en Irak a causa de los ataques de grupos rebeldes, lo que puede convertir a este mes en el más sangriento para los norteamericanos en los últimos dos años de la ocupación iniciada tras la invasión de marzo del 2003.