El DT del Barcelona les dijo esa frase a los jugadores de su equipo en el entretiempo ante Estudiantes, que luego le permitió alzarse con el trofeo con un 2-1
"Si perdemos, continuaremos siendo el mejor equipo del mundo. Si ganamos, seremos eternos". Esa fue la última frase que pronunció Pep Guardiola en la charla previa al partido. El entrenador azulgrana sabe perfectamente cómo motivar a sus futbolistas para conducirlos hasta la victoria.
Ya lo hizo antes de que sus jugadores saltarán al césped del Olímpico de Roma para llevarse la tercera Liga de Campeones de la historia del club. Entonces, recurrió a un emotivo vídeo, con imágenes de la película Gladiator. El sábado, le bastó con la retórica. La misma que utilizó antes de ganar la Supercopa de Europa en la prórroga. La misma a que tuvo que recurrir, seguro, para lanzar a los suyos hacia un último esfuerzo por el sexto título del año. Lo han conseguido. Ya son eternos.
Guardiola no deja nada al azar. Incluso, le preguntó al delegado, Carles Naval, de cuánto tiempo disponía para lanzar su última arenga en la final. Midió los tiempos. El resto, ya es historia. Así lo admitía el propio técnico barcelonista tras un desenlace en el que no pudo contener la emoción y acabó llorando sobre el terreno de juego. "Dentro de un tiempo nos daremos cuenta de lo que ha pasado este año. Hemos hecho el mejor año de la historia del club. Felicito a los jugadores, pero hoy les tengo que dar las gracias por estos siete meses", apuntó el entrenador, quien aseguró que no podía ni imaginarse en enero que llegaría al 19 de diciembre con seis títulos en el bolsillo.
"Me parecía algo increíble, y lo acabamos de hacer", relató tras el encuentro. Dijo además que no se cree capaz de repetir tal hazaña. Nada de derrotismos. Sólo, parte de su peculiar sentido del humor. No me veo con fuerzas para ganar seis títulos más. No sé cómo hacerlo", aseveró mientras se le escapaba una leve sonrisa. La clave, la tiene muy clara: "Trabajo, trabajo y trabajo". Modestia es otro de los conceptos que mejor le define. Así respondió cuando se le planteó que, con sus seis trofeos en sólo un año, ya es el mejor entrenador de la historia del Barcelona. "Es el mejor año de la historia. Los mejores entrenadores son los que pasan mucho tiempo en un club", contestó.
Si es por el Barça, encantados de renovarle. No hay que olvidar que el entrenador acaba contrato el 30 de junio del año que viene. "Creemos que es el técnico ideal para el Barcelona, pero eso ya lo pensábamos al final de la temporada pasada. Aún no hemos encontrado el momento más oportuno para hacerlo", apuntó el secretario técnico barcelonista, Txiki Begiristain. Guardiola, por mucho que aún no haya ampliado su compromiso, está orgullos de entrenar al primer equipo azulgrana. "Sólo por el hecho de llevar Unicef en la camiseta ya demostramos que somos un club especial. En lugar de recibir dinero, pagamos", destacó.
El dinero siempre tiene que ser lo de menos. Esa es otra de las claves para triunfar. "De mis jugadores, me ha sorprendido lo amateurs que son, en el buen sentido de la palabra. Lo que hacen es porque les gusta jugar al fútbol, y eso está muy bien", destacó el entrenador azulgrana. En cuanto a sus lágrimas, hubo dos dedicatorias. La primera, obviamente, para sus jugadores. Henry e Ibrahimovic, un poco más brusco el sueco, trataron de confortarle sobre el terreno de juego. La segunda, esa sí, ya fue mucho más personal. "Es para una persona muy especial, que siempre me ha ayudado mucho: Evarist Murtra".
La nota negativa, la lesión de Keita. El malí sufre una rotura de dos centímetros en el semitendinoso del muslo derecho y estará unas tres semanas de baja.