Los piqueteros que protagonizan el tercer acampe que se realiza en menos de 40 días sobre la 9 de Julio cumplieron ya más de 24 horas de permanencia frente al Ministerio de Desarrollo Social. Y advirtieron que seguirá hasta tanto el Gobierno atienda su reclamo para que se los incluya entre los beneficiarios del plan Argentina Trabaja.

Como hasta anoche no habían recibido una respuesta satisfactoria, decidieron seguir durmiendo hasta hoy al mediodía en carpas frente al edificio de la cartera que encabeza Alicia Kirchner. Si todo sigue igual, lo extenderían.

El movimiento piquetero Barrios de Pie, que encabeza el cordobés Roberto Baigorria, mantiene unos 500 manifestantes desde el martes al mediodía. "La intransigencia del Gobierno es total, no hubo ni un llamado en todo el día", dijo Baigorria a Clarín. "Hay discriminación clara hacia los movimientos sociales, y el mayor problema se llama PJ bonaerense, que es el aparato en el que se recostó el Gobierno en las últimas elecciones y perdió", agregó.

Si bien la calma se mantuvo toda la jornada, sólo hubo cierto nerviosismo cuando llegó el rumor, pasado el mediodía sobre un supuesto pedido de desalojo por parte de la fiscal porteña Silvia Di Nápoli. Después se dijo que había exigido sólo la liberación de algunos carriles, medida que fue tomada por los manifestantes que permitieron el acceso por las manos en sentido a la zona norte de la Capital, y mantuvieron cortado el acceso de la avenida que desemboca en Constitución.

Alrededor de las 20:30, unos 70 manifestantes que permanecían adentro del hall del Ministerio fueron obligados a abandonar el edificio. La salida se concretó sin incidentes. Una vez afuera comenzaron una fuerte y multitudinaria batucada. "Es una señal nuestra para destrabar este conflicto", aseguró Baigorria, quien añadió que "nos vamos a quedar a dormir, y mañana (por hoy) no nos vamos a ir, por más de que la estrategia del Gobierno sea el desgaste".

La postura del Gobierno frente al reclamo piquetero es la misma que dio en las dos ocasiones anteriores (la última fue el campamento en la Avenida de Mayo, a principios de este mes): todos los que aspiren a entrar en el plan deben hacer el trámite para ingresar en el sistema y esperar a ser convocados. Pero en los movimientos sociales, se sostiene la idea de que son los punteros políticos los que manejan los planes a discreción.