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3 de diciembre de 2024
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Luego de la terrible agresión, Berlusconi fue dado de alta
El primer ministro italiano dejó la clínica de Mílán y se espera que se traslade a su residencia privada en Arcore. El domingo, un desequilibrado mental lo atacó
17 de diciembre de 2009
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue dado de alta y abandonó el hospital en el que se encontraba desde el domingo, luego de que un desequilibrado mental lo agrediera causándole serias lesiones en su rostro.

Berlusconi, de 73 años, llevaba vendas en la boca y en la nariz y saludó a sus simpatizantes desde su auto al salir del hospital milanés de San Raffaelle. Se espera que el jefe de gobierno italiano se instale para su recuperación en su casa en Arcore, cercana a Milán.

El médico del jefe del gobierno italiano dijo que Berlusconi debe abstenerse de participar en eventos públicos durante quince días. Esto quiere decir que el primer ministro no viajará a Copenhague para participar de la Conferencia Mundial sobre el clima, ni dará la tradicional conferencia de prensa en Roma sobre asuntos italianos e internacionales.

Berlusconi sigue alimentándose "con fatiga" porque tiene la boca y la cara inflamadas. A veces le suministran alimentos por sonda. El doctor Zangrillo dijo que il Cavaliere "está extremadamente determinado a continuar su acción política y gubernamental". Su portavoz, Paolo Bonaiuti, declaró que "por fortuna la necesidad de reposo del primer ministro será facilitada por la Navidad y el Año Nuevo que pasará con su familia".

Su segunda esposa Verónica Lario, que se separó y pidió el divorcio en abril, no fue al hospital a ver a Berlusconi pero le escribió una carta en la que le dice que está "dolorida" por lo ocurrido.

Una llamada que el premier esperaba con ansiedad se produjo ayer. Venía de Washington y del otro lado de la línea Barack Obama lo saludó calurosamente. Su vocero dijo que Obama lo encontró "en óptimas condiciones de espíritu".

El juez que sigue la causa por la agresión del domingo, ordenó ayer que Massimo Tartaglia, de 42 años, que se confesó autor del ataque, siga encarcelado. Sus abogados piden transferirlo a una comunidad psiquiátrica. Hace 10 años que se encuentra en tratamiento por su desequilibrio mental.