Cerca de un millar de manifestantes fueron detenidos por provocar disturbios en la calle de la capital de Dinamarca, en protesta por la cumbre climática de la ONU
Manifestantes ecologistas vestidos de negro incendiaron autos, arrojaron botellas y rompieron ventanas, en el marco de una conferencia de la ONU que busca un acuerdo para detener el calentamiento global
La policía danesa detuvo a casi un millar de personas el sábado en masivas manifestaciones en Copenhague que buscaban presionar a que los negociadores de una conferencia de Naciones Unidas acuerden un tratado que tenga suficiente fuerza para combatir el calentamiento global. Decenas de miles de personas marcharon por las calles de Australia a Estados Unidos como parte de un "Día de Acción" mundial, aunque en un momento estalló la violencia en la capital danesa, cuando manifestantes rompieron ventanas y prendieron fuego a algunos autos.
La policía antimotines detuvo a más de 900 personas en Copenhague luego de que manifestantes vestidos de negro arrojaron algunas botellas y rompieron ventanas. Una portavoz de la policía dijo que el número había subido a 968 poco después de las 10 p.m. hora local (2100 GMT). La policía dijo que cuatro autos fueron incendiados durante la tarde.
Un funcionario policial fue herido por una piedra y un individuo sueco resultó quemado por fuegos artificiales. "No hay que usar ese tipo de violencia para ser escuchado", dijo Connie Hedegaard, la ministra danesa que preside las negociaciones de Naciones Unidas. Hedegaard condenó a los violentistas, tras dar la bienvenida a la marcha principal en una vigilia en las afueras del centro de conferencias.
Un grupo activista acusó a la policía de abuso tras la detención de cerca de 400 manifestantes vestidos de negro al final de la marcha, a los que se les obligó a sentarse en la calle con las manos atadas tras la espalda. La manifestación principal fue encabezada por bailarines, tambores y carteles en los que se leía "No hay planeta B" y "Cambien las políticas, no el clima".
Algunos activistas estaban vestidos como osos polares y pingüinos con carteles que decían: "¡Salven a los Humanos!". Los manifestantes marcharon hacia el centro de conferencias en las afueras de la ciudad, donde negociadores de 192 naciones se reúnen desde el 7 al 18 de diciembre para acordar un nuevo pacto climático de la ONU. Organizadores dijeron que hasta 100.000 personas participaron en la marcha, con la esperanza de que su manifestación y otras alrededor del mundo puedan presionar a la cumbre de cierre de 110 líderes mundiales el jueves y viernes.