El dirigente piquetero, junto a un grupo de seguidores, tomó parte del Cabildo de Buenos Aires y hace una huelga de hambre en Plaza de Mayo, hasta que lo reciban de Gobierno
En un nuevo capítulo de su largo historial de reclamos callejeros, Raúl Castells inició una nueva huelga de hambre que incluye la toma de varios edificios de la ciudad por parte de militantes de la organización que lidera.
El piquetero y jefe de del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) se instaló a pocos metros de la Casa Rosada poco antes del mediodía. Según sus allegados indicaron a lanacion.com, prevé permanecer allí, sin ingerir alimentos, hasta ser recibido por algún funcionario.
En coincidencia con el inicio de la protesta, integrantes del MIJD protestan en varios puntos del centro porteño: la Catedral Metropolitana, el Cabildo y una sucursal del banco Santander Río situada en Hipólito Yrigoyen al 400.
Castells reclama "respuestas concretas" para los desocupados de la provincia del Chaco. Al igual que otros dirigentes piqueteros, denuncia que el aceeso al plan de cooperativas que el Gobierno anunció hace más de tres meses se decide de manera discrecional y según criterios clientelares.
"Como buen kirchnerista, el gobernador [de Chaco, Jorge] Capitanich está repartiendo los planes sin control, los intendentes los usan para hacer clientelismo y nuestros compañeros no reciben nada", planteó Ovidio Pepe, uno de los voceros del MIJD en diálogo con lanacion.com.
No es la primera vez que Castells recurre a una huelga de hambre para presionar al Gobierno. En 2006, cuando estaba preso por la toma de un casino en Chaco mantuvo una protesta de ese tipo durante 61 días que casi le cuesta la vida. Se lo acusaba del delito de extorsión y finalmente fue absuelto.