Son los titulares de la Departamental y la DDI de Pergamino y el titular del Destacamento Vial de San Andrés de Giles. Piden la renuncia a 15 superintendentes
El ministro de Seguridad bonaerense, relevó a tres altos jefes policiales tras el escándalo desatado por el hallazgo de la familia Pomar, según anunció el subsecretario de investigaciones Paul Starc.
Se trata de los titulares de la DDI y de la departamental de Pergamino y al jefe de la policía vial de San Andrés de Giles. En ese mismo marco, Stornelli pidió la renuncia a todos los superintendentes del área -15 comisarios mayores- y, según Starc, Asuntos Internos de la Bonaerense realizará una investigación sobre lo ocurrido con la búsqueda de los Pomar.
La aparición de la familia Pomar muerta a unos 15 metros de la ruta 31, unos 43 kilómetros antes de llegar a la ciudad de Pergamino -lugar de destino-, desató una ola de críticas de los familiares de las víctimas por las mentiras y fallas en la investigación y rastrillajes, que pusieron en la mira, al menos, a la Policía bonaerense. "Me siento muy defraudada", dijo hoy Cristina Robert, madre de Gabriela Viagrán (37), quien junto a su esposo Fernando Pomar (40) y sus hijas Candelaria (6) y Pilar (3) fue encontrada muerta tras 24 días de misterio.
Por su parte, la suegra de Fernando Pomar objetó: "¿Cómo puede ser que en 24 días no hayan registrado nada?". Y exigió "que se investigue por qué motivo no encontraron antes a esta familia, por qué motivo esperaron tanto para encontrarlos".
El subsecretario de Investigaciones bonaerense, Paul Starc, admitió que "en algún lado falló" la investigación y que ahora buscan determinar quiénes fueron los responsables de rastrillar la zona donde aparecieron los cadáveres, descuibiertos, según la versión oficial, por el jefe de la Distrital de Salto (a 15 kilómetros del lugar del hallazgo), comisario Oscar Ruíz. Otra versión sostiene que fue un chacarero que alertó sobre los cadáveres al 911.
Starc sostuvo que los cuerpos de Luis Pomar y su esposa fueron encontrados fuera del auto -a unos 11 metros-, mientras que las chiquitas fueron halladas a unos 17 metros del vehículo. "Fue un golpe bastante duro por la velocidad y por como quedó el auto, desgraciadamente es algo trágico", agregó. En base a las mediciones hechas por el pasaje en los peajes, el vehículo iría a una "velocidad promedio de 100 o 120 kilómetros por hora", aseguró Starc.
"Estamos evaluando e investigando qué sucedió, quiénes son los responsables de haber hecho los rastrillajes por esa zona. Vamos a tratar de ver de quién fue la responsabilidad por el error que se cometió", afirmó el funcionario a una radio porteña. Días atrás, el subsecretario de investigaciones había asegurado tener una pista importante sobre lo que había ocurrido con la familia desaparecida, aunque entonces no quiso precisar a qué se refería.
Los Pomar fueron encontrados ayer a la vera de la ruta 31, en una zona de montes, donde también apareció el Fiat Duna Weekend en el que viajaban. En la puerta de su casa de Pergamino, Robert dijo que "ninguna autoridad" la llamó para informarle de la aparición de los cadáveres y agregó que se enteró por un canal de televisión que se comunicó con ella. "Ya no es vida esto, yo ponía mi vida, mi cuerpo" para que la familia apareciese sana y salva, agregó la mujer.
Lo cierto es que el caso puso de manifiesto una larga cadena, en el mejor de los casos, de errores. Los mismos funcionarios bonaerenses, e incluso desde la fiscalía y la Policía, llegaron a mencionar la hipótesis "de un conflicto familiar", alcanzaron a hablar de la posibilidad de que los Pomar hubieran salido del país, se ventilaron intimidades, mencionaron la compra de un arma, hablaron de violencia familiar. Hasta ayer, oficialmente, nadie había admitido fallas en la búsqueda. La autopsia revelará en primera instancia qué ocurrió con los Pomar, aunque no terminará de precisar los agujeros de la investigación.