El Senado aprobó el proyecto oficialista de reforma política con 42 votos a favor y 24 votos en contra. Los partidos deberán realizar internas abiertas obligatorias
En la última sesión del Senado de predominio oficialista, el kirchnerismo convirtió en ley el proyecto de reforma política aprobado por la Cámara de Diputados hace dos semanas.
La reforma, impulsada por la Casa Rosada, establece un sistema de elecciones internas abiertas, simultáneas y obligatorias para definir los candidatos a presidente, diputado y senador. Prohíbe, además, el aporte financiero de empresas a las campañas y la propaganda privada en los medios audiovisuales, y fija restricciones para la difusión de encuestas de intención de voto.
En un debate que llevó varias horas, el kirchnerismo defendió el proyecto tras las críticas de la oposición. La senadora porteña por la Coalición Cívica María Eugenia Estenssoro aseguró que la iniciativa política "tiene varias cosas positivas", aunque aclaró que "le está faltando ecuanimidad" y lamentó el apuro oficial por sancionar la norma.
"[Así se está] violando ese acuerdo que decía que este proyecto no se iba a tratar hasta marzo", sostuvo. "¿Cómo puede ser que el oficialismo no tenga en cuenta al 80 por ciento de los representantes de la ciudadanía?", se preguntó, en referencia al resultado de las elecciones legislativas del último 28 de junio.
El proyecto llegó al recinto del Senado luego de atravesar un trámite parlamentario singular. Después de introducir más de 50 modificaciones al texto original, el oficialismo logró aprobarlo en la Cámara de Diputados, con 136 votos positivos, siete por encima de la mayoría especial requerida para las leyes electorales.
Cuando se esperaba que la discusión en el Senado se demorara hasta el año próximo, la presidenta Cristina Kirchner decretó la prórroga de las sesiones ordinarias del Congreso, por lo que todo se aceleró: el martes de la semana pasada, en un plenario de comisiones del que la oposición decidió retirarse por la negativa del oficialismo a hacer más cambios, el kirchnerismo elaboró un dictamen de mayoría y habilitó el tratamiento en el recinto.