La renunciante subsecretaria para el Fortalecimiento de la Democracia volvió a atribuir su salida a "hostilidades crecientes" por parte de sectores oficiales
Marta Oyhanarte, quien renunció a su cargo en el Gobierno como subsecretaria para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia, atribuyó su determinación a "hostilidades crecientes" y confesó que deja la función con una "gran tristeza y bronca".
La abogada dijo desconocer qué "responsabilidad" le cabe al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en los "obstáculos" que dijo haber sufrido en los últimos tiempos para llevar adelante sus tareas, pero recordó que el área que conducía depende de ese funcionario.
Oyhanarte, quien llegó a la subsecretaría para el Fortalecimiento de la Democracia en 2003 de la mano del ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, señaló que el detonante de su alejamiento no fue "solamente" el pedido de renuncia de su colaboradora inmediata, Pamela Nilus, quien fue reemplazada por Andrés Larroque, dirigente de la agrupación kirchnerista La Cámpora.
En declaraciones a TN, denunció que, a ese cambio, le siguió "una serie de hostilidades crecientes" como la "designación de personas que no se correspondían con el perfil" del equipo a su cargo que, según destacó, había sido seleccionado "por su curriculum, capacidades técnicas y valores morales".
"Tomé conciencia de que el cargo se estaba convirtiendo en una carga", añadió.
"Tengo una gran tristeza y bronca porque se lastima el trabajo de estos años y de mucha gente que se comprometió con lo público, sobre todo profesionales jóvenes muy capacitados, que podrían tener un buen porvenir en el ámbito privado y decidieron jugarse por lo público". planteó.
En el mismo sentido, agregó: "En estos seis años trabajé con total libertad, desarrollando programas para fortalecer el vínculo entre el Estado y la sociedad civil para promover reformas institucionales para una democracia más transparente, más legítima, más eficiente, más gobernable".