"No vamos a ver por segunda ocasión que cientos de miles de millones de dólares sean inyectados en el sector financiero", advirtió el director gerente del FMI
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, indicó que los bancos europeos aún tienen escondidas en sus balances enormes pérdidas, pero no recibirán otra vez ayudas estatales en caso de que estalle una nueva crisis bancaria.
En declaraciones difundidas hoy, el titular del FMI dijo al diario francés Le Figaro que quizás el 50 por ciento de las pérdidas estén escondidas en los balances.
Esta proporción, explicó Strauss Kahn, es mayor en Europa que en los Estados Unidos, pero el caso de Japón demuestra que sin una limpieza de los balances no puede haber un crecimiento vigoroso.
Además, Strauss-Kahn insistió en la necesidad de frenar el afán especulativo de las instituciones financieras: "Limitar las bonificaciones y moralizar al mundo financiero significa preparar el futuro", afirmó.
Para el titular del FMI, las elevadas primas que reciben los especuladores son un problema no sólo moral, sino también económico, ya que traen consigo riesgos excesivos, además de que se convertirían en un problema político si surge una nueva crisis.
"No vamos a ver por segunda ocasión que cientos de miles de millones de dólares sean inyectados en el sector financiero. La opinión pública y los parlamentos no van a aceptar que tengan que pagar la factura por segunda vez", subrayó Strauss-Kahn. "La crisis social sigue siendo muy fuerte. Esa es mi mayor preocupación", concluyó.
La cantidad de bancos estadounidenses en peligro de quiebra alcanzó su nivel más alto en 16 años, según un informe de un ente regulador del gobierno dado a conocer anoche.
La Corporación Federal de Garantía de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), que garantiza los depósitos de ahorro en aproximadamente 8200 bancos en todo Estados Unidos, dijo que a fines de septiembre había 552 bancos en su "lista problemática", según reportó la agencia alemana DPA.
La quiebra de más de cien bancos, en su mayoría pequeños, desde el inicio de 2009 obligó a la FDIC a informar de su segunda mayor pérdida en su historia. La agencia informó de un balance negativo de 8200 millones de dólares a fines de septiembre.