El arzobispo reiteró su rechazo al matrimonio gay en la reunión con el jefe de gobierno porteño. Advirtió que la Constitución "no puede ser modificada por un juez"
El jefe de la Iglesia argentina, cardenal Jorge Bergoglio, reiteró su postura sobre el matrimonio gay en la reunión con el jefe de gobierno porteño.
Destacó que la Constitución "no puede ser modificada por un juez" mientras que el gobernador bonaerense Daniel Scioli se mostró a favor del vínculo tradicional
Bergoglio se reunió a "agenda abierta" del que se destacó el debate por el matrimonio gay tras la autorización de la Justicia a una pareja homosexual para casarse en diciembre próximo.
A través de un comunicado, el Arzobispado informó que Bergoglio insistió en que Macri "faltó gravemente a su deber de gobernante" al no apelar el fallo que permite el matrimonio entre dos personas del mismo sexo.
"La Constitución y los Códigos nacionales no pueden ser modificados por un juez de primera instancia", dijo el cardenal. "En tal caso corresponde al mandatario del Ejecutivo tomar todas las medidas para que haya certeza de la legalidad del acto, que en este caso no la hay, y de allí surge la obligación de apelar", agregó.
Por su parte, el jefe de gobierno porteño dijo comprender la postura de la Iglesia.
"Bergoglio no está de acuerdo con que no hayamos apelado. Entendemos la posición de la Iglesia y la respetamos", se limitó a comentar Macri al salir del encuentro.
No obstante, ratificó que, a su entender, "el deber de un conductor político es lograr la igualdad entre sus ciudadanos", dejando en claro que no se arrepiente de la decisión adoptada.
En tanto, desde el arzopisbado informaron, a través de un comunicado, que el cardenal "le reiteró [a Macri] que, al no apelar el fallo de la jueza en lo contencioso administrativo sobre el matrimonio de personas del mismo sexo, había faltado gravemente a su deber de gobernante y custodio de la ley".
"La Constitución y los Códigos nacionales no pueden ser modificados por un juez de primera instancia. En tal caso corresponde al mandatario del Ejecutivo tomar todas las medidas para que haya certeza de la legalidad del acto, que en este caso no la hay, y de allí surge la obligación de apelar", explicó en el texto.
El encuentro se produjo luego de que el jefe de gobierno porteño respaldara el matrimonio homosexual, lo que motivó una dura réplica de Bergoglio, quien en un comunicado se mostró "sorprendido" por la postura del líder del PRO.
Scioli apoyó la tradición Por su parte, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, se mostró a favor del matrimonio tradicional.
"El primer instinto que me genera la definición es vincularla con la familia, con la unión hombre-mujer. Pero no por ello desconozco una realidad en la vida de muchas personas donde se dan situaciones de convivencia, de un fuerte vínculo sentimental. Esas cuestiones tienen todo mi respeto", señaló en declaraciones radiales.
Scioli reafirmó así su postura en el debate que se suscitó después del fallo inédito de la magistrada Gabriela Seijas, quien el viernes 13 de noviembre ordenó al Registro Civil que celebre el casamiento de dos hombres que habían presentado un amparo cuando desde la oficina pública se negaron a darles fecha para realizar la unión.
La magistrada en lo contencioso administrativo porteña declaró inconstitucionales dos artículos del Código Civil que impiden el matrimonio entre personas del mismo sexo. De esta manera, sentó el primer precedente, mientras la iniciativa que propone modificar la ley para permitir el casamiento entre homosexuales se debate en el Congreso de la Nación.
Macri reconoció que mantiene "opiniones diferentes" respecto a la Iglesia, "aunque soy católico", recordó.
El jefe de la Ciudad señaló que Bergoglio le insistió en que el gobierno porteño "es "responsable" de velar y proteger las instituciones, como la familia, y por eso le manifestó su "desacuerdo" y "enojo" por no haber apelado el fallo de un tribunal porteño que habilitó una casamiento entre homosexuales.
El argumento de Macri: "Yo le dije que era una visión del tema. Mi decisión tuvo que ver con decisiones personales, porque que el deber de un especio político es lograr la libertad e igualdad, independientemente de las creencias religiosas. Entendemos su posición y la respetamos".
El jefe comunal agregó que el dictámen de la justicia porteña "es una medida cauteral" y el matrominio gay ahora deberá "discutirse en las instancias judiciales en profundidad".
Pese a las "diferencias" con la Iglesia, Macri confió en "mantener la misma relación" con el Espiscopado.
En el encuentro también dialogaron sobre la pobreza, pero no del escándalo de espionaje en la Ciudad y los posibles cambios en el Ministerio de Educación.
¿Por qué se soslayó esa cuestión? "Porque no es un tema importante de la actualidad", consideró Macri.