Así lo revelaron documentos de la corte dados a conocer por el diario Los Angeles Times. Compró cinco botellas del anestésico en una farmacia de Las Vegas
Conrad Murray, el médico personal de Michael Jackson, compró cinco botellas del poderoso anestésico propofol en una farmacia de Las Vegas, el mismo medicamento que acabó con la vida del cantante el pasado 25 de junio.
Al parecer Murray, que dejó su práctica médica en Las Vegas para atender al rey del pop por 150.000 dólares al mes, obtuvo los cinco frascos de propofol un mes antes de la muerte de su paciente, quien sufrió un paro cardíaco después de la última dosis del anestésico suminstrado por el galeno en su mansión de Bel-Air, un exlusivo barrio de Los Angeles, publicó El Mundo en su página web.
De acuerdo a las pruebas judiciales, la investigación policial descubrió en la última redada realizada en las oficinas de Murray un recibo demostrando que la farmacia Applied Pharmacy Services envió el medicamento al doctor de origen caribeño en mayo.
Asimismo, se supo que los números en las botellas enviadas coinciden con las encontradas en la casa de Jackson, una mansión alquilada en la que estaba preparando su vuelta a los escenarios en Londres -50 conciertos en total estaban prtevistos- con el espectáculo ’This is it’.
El propio Murray, principal sospechoso de la investigación policial entorno a la muerte del intérprete de "Thriller", reconoció a las autoridades que él mismo le suministró la dosis letal de propofol ante la insistencia del cantante, ansioso y deseperado por no poder dormir en toda la noche.
Producto de esa situación de estrés, el cantante había desarrollado una adicción a los fármacos que a la postre acabaron con su vida a los 50 años de edad.
Pese a que no hay cargos contra Murray, todo apunta a que será procesado por la muerte de Jackson. La información llega sólo un día después de que la propia hermana del cantante, la también artista Janet Jackson, culpase al médico de la muerte del Rey del Pop.