Cuando la clasificación de la Argentina a la Copa del Mundo corría peligro, el peso de las críticas caía sobre Lionel Messi más que sobre ningún otro jugador del equipo. Con el boleto a Sudáfrica 2010 asegurado, el jugador de Barcelona continúa siendo observado con recelo por la exigente y particular mirada del hincha argentino.

Desde Madrid, Messi respondió a los reproches con fuego dialéctico, como nunca antes lo había hecho. "Me siento bien porque juego para mi país, aunque la gente diga que yo no lo siento. Son todas boludeces. Si no sintiera la camiseta no iría ni siquiera a jugar. Quiero intentar ganar un Mundial y nos estamos preparando para eso", dijo La Pulga en diálogo con TyC Sports.

El ídolo de Barcelona proyectó su imaginación a Sudáfrica 2010. "Desde ahora será todo diferente. Nos costó, sufrimos, pero ya nos sacamos el peso de la clasificación. El Mundial será diferente. Pesaba muchísima esa mochila, pero ahora será diferente. Nos pegaban de todos lados y eso afectaba mucho. Sé que nos va a salir un Mundial muy bueno, que vamos a dar pelea. Espero hacer lo mismo que vengo haciendo en Barcelona", anheló el delantero, que mañana será titular en el amistoso entre el seleccionado y España, en Madrid.

En la charla, Messi se abrió sentimentalmente más de lo que suele acostumbrar, y se entusiasmó: "Doy todo por ganar un Mundial. Sería lo más grande. Cambiaría todo por un Mundial. No se compara con nada. Si Maradona dijo que era el primer fusilado si no se clasificaba, yo iba a ser el segundo. Sería lindo ganar el Mundial, y estoy tranquilo porque vamos a dar pelea".