Estudiantes apabulló 7 a 0 a Gimnasia en el clásico y desató la locura total en media La Plata. Controló todo el partido y puso de rodillas a un "Lobo" perdido en la cancha
Arrollador triunfo de Estudiantes sobre el rival de siempre, Gimansia.
Con una producción impresionante, le hizo siete a Gimnasia, que fue borrado de la cancha.
Desde la primera pelota, Estudiantes salió a atropellar al Lobo.
El equipo de Simeone se mostró ordenado, concentrado, y dominó a voluntad en todos los rincones de la cancha y llegó al gol bien temprano, cuando se jugaban sólo tres minutos de partido.
Un tiro libre de Verón desde la izquierda, encontró solo por el segundo palo a Diego Galván, quien casi por el piso alcanzó a cabecear para darle el primer festejo a la gente del Pincha.
Todo era de Estudiantes en el comienzo. El Lobo no encontraba su lugar en la cancha, hacía agua en el medio.
El Pincha llegaba con mucha facilidad hasta Olave y daba la sensación de que en cualquier momento caía el segundo. Baldassi le anuló (mal) uno a Calderón, allá por el minuto diez, por una supuesta posición adelantada.
Luego tuvo una buena chance Pavone, pero esta vez respondió bien el arquero de Gimnasia para sacar al córner un zurdazo del delantero.
Aún con el partido 1-0, la cosa pintaba para paliza. Gimnasia no daba pie con bola y Estudiantes, con todas las luces encendidas y en una de sus mejores tardes en lo que va del Apertura, quería pasar por encima al equipo de Troglio. Y a los 23, un pelotazo de Alayes de más de 50 metros, picó dentro del área del Lobo, Gouz se durmió y Calderón le sacó dos cabezas en el salto para cruzarle la pelota a un Olave que había quedado a mitad de camino para poner el 2-0.
Otro zapatazo de Pavone que sacó Olave, un remate desviado de Sosa y el Pincha quería más. Iban 34 minutos cuando se juntaron por derecha Calderón y Verón. La Brujita encaró para el medio y descargó para el Tanque, quien le dio con alma y vida desde la puerta del área y la clavó contra un palo. Estudiantes ganaba 3-0 y era justo.
Poco cambiaron las cosas en el segundo tiempo, porque otra vez de arranque, y otra vez a través de Galván, el Pincha volvió a convertir. Sosa metió un centro cruzado y Basualdo, que llegaba para cerrar, se confió y dejó pasar la pelota.
Nuevamente por atrás ingresó el volante para poner el 4-0 con un derechazo cruzado a los cinco minutos. A esa altura, era un baile de novela el que le estaba pegando Estudiantes al Lobo. Y para colmo de males, luego de la macana en el gol, Basulado vio la roja por doble amonestación al minuto siguiente.
Nada podía ser peor para Gimnasia, que si no hacía algo rápido, el Estadio Unico podía ser testigo de una goleada histórica. Por eso, Troglio mando a la cancha a Semino por Cuevas para intentar que la derrota no fuera más grave. Pero el tema siguió complicándose cuando también Escobar se fue expulsado por una fuerte infracción sobre Angeleri. Y ahí se armó la debacle.
Pavone armó una jugada fabulosa por la derecha que terminó con un centro para Calderón, quien solo abajo del arco nada más tuvo que empujarla para meter el quinto, a los 27.
Cuatro minutos más tarde, a los 31, Luguercio empujó un rebote que dio Olave tras un disparo de Anegeleri y salió a gritar el sexto gol del Pincha como si fuera el primero, licencias que pueden tomarse los jugadores en este tipo de partidos.
Luego apareció otra vez Calderón, para aprovechar un feo error de Olave, hacer el tercero de su cuenta personal y el séptimo del equipo de Simeone.