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21 de noviembre de 2024
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Ataque moyanista para evitar salida de diarios
El kirchnerismo parece haber encontrado la forma de impedir que se publique la información que le disgusta. Bloqueó las plantas de impresión de Clarín y La Nación
7 de noviembre de 2009
Militantes kirchneristas bloquearon las plantas de impresión de Clarín y La Nación durante horas.

Antes habían cercado tres de las distribuidoras de diarios y revistas. Así buscaban que los diarios no lleguen a la gente.

Recién después de la 1, los camioneros moyanistas liberaron las plantas de impresión.

La Policía no intervino. Se trató del más grave episodio en la escalada de sindicalistas afines al Gobierno de Cristina Kirchner contra los medios independientes.

En un golpe a la medios de comunicación y a la libertad de prensa, el gremio de Camioneros trató de impedir anoche la salida de los diarios Clarín y La Nación, al bloquear durante horas las plantas de impresión. Fue el más grave ataque contra los medios gráficos desde el resurgimiento de la democracia, en 1983.

Pese a que el Gobierno había comprometido la custodia policial para que se impidiera este tipo de acciones, los incidentes de anoche fueron más graves que en las dos jornadas anteriores, donde ya se habían registrado intentos de intimidación.

Los militantes de Pablo Moyano recién levantaron su medida cerca de la una y media de la mañana, frente a un llamado de Norberto Ciaravino, el jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo.

El funcionario se comunicó con el jefe sindical para indicarle que el gremio tenía que sentarse a una conciliación obligatoria, que tendrá lugar el lunes. La instrucción para que los camioneros se retiraran del lugar habría partido de Carlos Tomada, el ministro de Trabajo.

Hasta que llegó el llamado del funcionario de la cartera laboral, los seguidores de Pablo Moyano habían bloqueado con un centenar de camiones la planta de impresión de Clarín y La Nación , ubicadas en Zepita al 3200, en el barrio de Barracas. Había camiones atmosféricos (que se utilizan para la limpieza de sumideros) y de basura que impedían los accesos y salidas de la planta.

El clima era muy tenso. Los empleados de la planta de Zepita estaban listos para salir con los diarios, pero los camioneros se lo impedían. Había 300 manifestantes (1.000 según Camioneros) que estaban apostados en todos los ingresos y accesos. Más de 45 policías, distribuidos en 10 patrulleros y 2 camionetas permanecían impávidos, mirando a unos y otros pero sin hacer nada al respecto.

Este nuevo intento de intimidación había arrancado al atardecer con el bloqueo a tres de las distribuidoras de periódicos por parte de los seguidores de Moyano. Cuando oscureció, camiones cargados de militantes empezaron a concentrarse en las inmediaciones de las plantas de Clarín y La Nación .

Desde la mañana había una orden de custodia por parte del Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, "en prevención de eventuales bloqueos por parte del Sindicato de Camioneros" .
Alrededor de la medianoche –cuando estaba comenzando a arrancar la impresión de los diarios– se intensificó el tránsito de vehículos en las inmediaciones de las plantas impresoras. Autos particulares y motos cargaron y descargaron gente frente a las plantas impresoras. Los camiones que estaban en las inmediaciones se acercaron , rodeando el edificio.

A esa hora, Pablo Moyano, líder del gremio, dijo a Clarín: "Nos vamos a quedar hasta bien tarde con los trabajadores".

La Policía (ya había unos 45 uniformados y una decena de patrulleros) trazó entonces una línea en la calle frente a las plantas impresoras. Un camión de gaseosas quedó estacionado a menos de un metro de los uniformados.

Minutos antes de la una de la mañana, cuando ya era ostensible la demora en la salida a la calle de los diarios, un grupo de militantes de Camioneros llegó frente a las plantas impresoras con cámaras de fotos y de video: entre risas, comenzaron a filmar y fotografiar la escena y a los policías que trazaban la línea en la calle.

A la 1.30, los camiones, imprevistamente, empezaron a dispersarse con rapidez. Fue poco después de una denuncia penal por parte de Clarín y cuando se mencionaba que Pablo Moyano había recibido una llamada desde el ministerio de Trabajo que había hecho cambiar su decisión de quedarse en el lugar hasta la mañana. Minutos después arrancó la impresión del diario, con más de dos horas de atraso.

Más temprano, los bloqueos habían alcanzado a las cooperativas distribuidoras Mariano Acosta, Pirincho y Julio Cristaldo. En cada una, entre 15 y 40 manifestantes impidieron que los camiones salieran de las playas. Un colectivo viejo con calcomanías que decían "TN Todo Negativo" pegadas en sus ventanas esperaba estacionado sobre la calle Santo Domingo 2276, mientras los militantes cantaban por ratos y conversaban.

Ayer fue el tercer día consecutivo que Camioneros atentó contra la publicación de los diarios. Primero fue el miércoles por la noche, cuando los militantes que responden a los Moyano bloquearon el acceso a las plantas de impresión de varios diarios, incluyendo las de Clarín y La Nación, lo que demoró la distribución de los mismos. El jueves, los mismos militantes mantuvieron tomada la distribuidora Mariano Acosta, que linda con el Riachuelo, impidiendo la salida de ejemplares.