Un millón de usuarios deberán viajar, otra vez, como ganado, peor de lo que deben sufrir a diario, debido a la interna gremial en el subterráneo que ya tiene hartos a los argentinos.

El paro de los gremialistas rebeldes del subte comenzó esta mañana en medio de un clima de creciente tensión e incidentes con los sindicalistas de la Unión Tranviarios Automotor (UTA).

Los sindicalistas que reclaman el reconocimiento oficial fuera de la UTA impidieron minutos antes de las 11 el normal funcionamiento del servicio. La medida de fuerza, que se extenderá hasta mañana a las 5, perjudicará a más de 1 millón de usuarios.

Episodios de violencia se registraron en el inicio del paro, cuando los gremialistas rebeldes se cruzaron con sus pares de la UTA en la estación de Constitución.

Asimismo, los gremialistas radicalizados que encabezan el nuevo paro colocaron candados en las principales puertas de acceso al servicio para impedir el paso de los usuarios.

La Policía Federal desplegó un importante operativo en la estación Constitución para evitar se agraven los choques entre los gremialistas rebeldes y los de UTA.