Se trata del impuesto a los sellos a la compraventa. Será del 1% del valor del auto cuando la operación se haga en concesionarias y del 2%, cuando sea entre particulares
Desde este lunes la provincia de Buenos Aires comenzará a aplicar el impuesto a los sellos a la compraventa de vehículos usados, que tendrá un valor del 2% de la operación cuando se realice entre particulares o en agencias no oficiales y del 1% cuando se haga en concesionarias oficiales inscriptas en ARBA, como contribuyentes de Ingresos Brutos.
El gravamen, imposible de evitar ya que será retenido por el Registro Nacional de la Propiedad Automotor, tiene un valor de $800 para cuando la compra-venta se haga en agencias no oficiales, teniendo en cuenta que el valor de estos rodados ronda los $40.000, y de la mitad cuando se lleve adelante en concesionarias, costos que seguramente serán absorbidos por el comprador.
Según explicó Rafael Perelmiter, director ejecutivo de ARBA, con esta iniciativa se busca reducir la evasión en Ingresos Brutos que hay en la comercialización de autos en agencias, publicó el diario Clarín.