Especialistas y empresarios reclamaron una mayor apertura y el fin de las retenciones.Fue en el 45° Coloquio de IDEA que se desarrolló en Mar del Plata. Posición dura
Los problemas de integración de la Argentina en la región y el mundo y, sobre todo, las políticas que restringen el intercambio comercial irrumpieron en la segunda jornada del Coloquio de IDEA. Retenciones, fricciones con Brasil y medidas proteccionistas fueron señaladas por especialistas y empresarios como posibles trabas para el futuro crecimiento del país.
El que encendió la mecha del debate fue Robert Lawrence, profesor de Comercio e Inversiones Internacionales de la Universidad de Harvard y ex asesor de Bill Clinton, cuando afirmó: "No veo peor política que imponer retenciones a las exportaciones en un período en el que hay escasez y precios altos".
En su exposición, había presentado gráficos que mostraban "la fuerte correlación" que hay en las economías que crecen mucho y las que fortalecen el comercio internacional. Inicialmente, para el panel "Inserción internacional de la Argentina, factor clave para el progreso" había sido anunciado Dani Rodrik, un economista famoso por sus posiciones heterodoxas. Pero el lunes avisó que tenía gripe A y fue reemplazado por Lawrence, que colabora frecuentemente con él.
Lawrence mencionó algunos de los "serios desafíos en el horizonte" de la Argentina, entre los que señaló el riesgo de que se aprecie la moneda y "los crecientes problemas en la relación entre empresas y Gobierno". Luego se explayó en la política de comercio exterior: dijo que apoyar la Ronda de Doha debería ser "una de las máximas prioridades" del país porque tiene todo para ganar y que se debe ser más coherente en la protección industrial.
"No puede ser que todas sus industrias sean tratadas como infantes", afirmó, aunque reconoció que en casos "puntuales" sí se deben aplicar medidas de este tipo. En diálogo con La Nacion, fue más enfático: "Cuando ustedes dejan a sus clientes a merced de los altos precios, van a destruir sus mercados en el futuro, porque ellos no van a estar dispuestos a abrir sus mercados a vuestras exportaciones. Desalentar la agricultura mediante las retenciones es una forma de morder la mano que te alimenta".
Pero el Gobierno dice que eliminar esos impuestos incrementaría los precios internos, se le comentó. "En un primer análisis podrían subir los precios, pero luego se va a incentivar a más productores agropecuarios. Una segunda política es subsidiar a los pobres que deben comprar esa comida", propuso.
El presidente de Dow Argentina, Rolando Meninato, coincidió en que "la Argentina no está integrada" al mundo, aunque advirtió que eso debe hacerse con "un plan claro". Puso como ejemplos que hay "un arancel externo común relativamente alto, muy pocos tratados de libre comercio y medidas paraarancelarias, como las licencias no automáticas". Dijo que la Argentina tiene una "falla" en su política exterior y consideró que debería "definirse como prioridad el Mercosur y trabajar con Brasil para integrarse al mundo".
El tema de los recientes roces con Brasil no pasó inadvertido. El embajador de ese país en Buenos Aires, Mauro Vieira, cruzó aquí palabras con varios empresarios. "Las licencias argentinas se demoran mucho más [de los 60 días previstos por la OMC], a veces 150 días, o hasta 180 días. No queremos cambiar la política del gobierno, queremos la seguridad de que los plazos se cumplan", dijo.
Amadeo Vázquez, director independiente de varias empresas, opinó: "Estamos necesitando una inserción más plena en la economía internacional". Miguel Kiguel, economista de Econviews, dijo que "para exportar más, no queda otra que importar más". Igualmente, consideró "peligroso" volver a las "teorías mercantilistas del siglo XVIII".