La ex ministra de Salud afirmó a la Justicia que también le mandaron correos electrónicos amenazantes tanto a ella como a un senador provincial y a su secretario
La ex ministra de Salud denunció amenazas y que le intervienen los teléfonos. La prueba que llevó ala Justicia fue un correo electrónico que dice: "Vos tenés mucho que perder. No jodan más! Es el último aviso".
Luego Ocaña, que hasta ahora mantenía en reserva las amenazas que recibía, decidió denunciarlas, al igual que la pinchadura de su correo electrónico y sus teléfonos, ante la jueza federal María Servini de Cubría.
El primer signo de alarma lo había recibido el jueves pasado en el correo electrónico de su aliado y senador bonaerense Santiago Nardelli. Desde un emisor llamado "www.noyarbide@hotmail.com" se mandó un mensaje que dice: "político honesto no lo sos, verdad? Dejen de joder".
Al día siguiente entró otro de ese emisor, que quiere hacerse pasar por el juez federal Norberto Oyarbide quien investiga la causa de "la mafia de los medicamentos", con este texto:"Qué hacen con la guita?"
Y el sábado, otro con la advertencia: "Nosotros sabemos mucho, así que no jodan!!!!". Estas amenazas también las recibió el ex gerente general de la Superintendencia de Salud de la gestión de Ocaña, Diego de García de García Vilas.
Paralelamente, ese mismo sábado, el secretario de Ocaña, Julián Olavarría, recibió un correo electrónico con "citas textuales de parte" de conversaciones telefónicas que realiza para su trabajo.
Ante esta capacidad logística de interceptar teléfonos ilegalmente y otros hechos preocupantes, Ocaña concluyó anoche que "hay un grupo que evidentemente tiene una logística bastante sofisticada" y alguien "los financia" sin dar más detalles.
La ex ministra dijo a Clarín que esta nueva andanada de amenazas está motivada por una escritura reservada que llegó a sus manos y entregará al juez Oyarbide para que investigue si es auténtica. La escritura señala que Néstor Lorenzo, el principal investigado en esta causa y titular de la droguería San Javier, le entregó "en calidad de préstamo cheques de la obra social bancaria por 1.017.284 pesos a Ibar Esteban Pérez Corradi". Este empresario está investigado por el Triple Crimen de General Rodríguez donde fue asesinado Sebastián Forza. La obra social bancaria que gerenciaba Lorenzo se encuentra, desde el mes pasado, intervenida por el Gobierno.
Pero los e-mails amenazantes y la intercepción de las llamadas de su secretario fueron antecedidas por un hecho más peligro: un auto se cruzó perpendicularmente delante del vehículo de Ocaña y le impidió avanzar varios minutos. Fue a mediados de octubre y a pocas cuadras del Congreso. Ocaña no pudo anotar la patente del vehículo. En ese momento, no quiso hacer una denuncia para no alterar la vida de su familia. Además, en diciembre del año pasado, cuando aún era ministra de Salud, su secretaria recibió un mensaje telefónico que decía: "Decile a la gorda que se deje de joder, si no la vamos a matar". La denuncia la tiene el juez Julián Ercolini y Ocaña sospecha que la intimidación vino de un miembro de su propia custodia de la Policía Federal.
En la causa también ya fue amenazado el fiscal Horacio Comparatore con una carta que decía: "Tu muerte". Todo en un contexto caracterizado por una creciente ola de pinchadura de teléfonos de jueces, políticos y periodistas. Para tomar distancia de este clima, Ocaña viajará pasado mañana a México para participar en un seminario sobre salud.