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¿Lo que viene?: el gobierno obligó a cambiar una tapa
Crónica, en manos oficialistas, levantó su edición donde contaba un "picadito" entre Kirchner y Maradona. K se enojó porque temió que lo comparen con Menem
24 de octubre de 2009
Tal vez sea una muestra de lo le espera al periodismo argentino a partir de la sanción de la ley de Medio K. Menos libertad de prensa, menos información y más manipulación de los hechos que pueden complicar los planes hegemónicos del Gobierno.

El ex presidente y el DT de la Selección habían preparado un picado en un barrio privado del intendente de Ezeiza.

El diario “Crónica”, vinculado al kirchnerismo, había resuelto llevar el tema a la tapa, pero cuando ya había impreso 50 mil ejemplares frenó la distribución, reemplazó la noticia e hizo una nueva tirada.

Kirchner habría ordenado el cambio porque temió una asociación con el menemismo. Desde la dictadura no ocurría un episodio similar.

Así, un encuentro entre Kirchner y Maradona puso otra vez en la mira la relación del ex presidente con los medios.

El partido de fútbol que prepararon para jugar el jueves desató versiones cruzadas porque el diario Crónica suspendió la distribución de su primera edición, en la que informaba sobre el amistoso entre el ex mandatario y el director técnico de la Selección.

La dirección del diario envió un comunicado alegando que había decidido anular y reemplazar un artículo sobre dicho partido de fútbol porque “advirtió que había un error en la información” y “decidió imprimir una segunda edición antes de continuar con una noticia equivocada”.

La nota, titulada “Pikadito: Maradona y Kirchner jugaron juntos en Ezeiza”, relataba un amistoso en una quinta del intendente de Ezeiza, Alejandro Granados.

“La información que iba a salir en tapa es real”, aseguraban ayer en la redacción del periódico.

“Hubo un llamado de alguien que estaba en el encuentro de Ezeiza, contando el episodio. Cuando el diario estaba por salir a la calle, la dirección se echó para atrás. A alguien le pareció ‘contraproducente’ que Kirchner salga asociado a una imagen muy repetida por Carlos Menem en los 90” (ver recuadro), explicaron en el periódico del Grupo Olmos.

Las mismas fuentes afirmaron que el artículo no incluía fotos. Lo que el episodio dejó entrever es que el Gobierno conocería las tapas del diario antes de su salida a la calle. De hecho, en el kirchnerismo contaron a PERFIL que “(Alfredo) ‘el Corcho’ Scocimarro –subsecretario de Medios de la Nación y portavoz preferido del ex presidente– es el encargado de charlar las tapas y dar o no su aprobación. En algunos casos, se encarga el propio Néstor. Si no llama, está todo bien. Esta vez llamó”, agregaron.

El titular de la Sociedad de Distribuidores de Diarios y Revistas, Carlos Taboada, ratificó que unos 50 mil ejemplares, con la nota del “Pikadito” en tapa, ya estaban en los camiones listos para ser distribuidos cuando se decidió frenar la operación.

Alrededor de las 2.30, luego de los cambios en la tapa y la página 3, en la que se desarrollaba la nota (ver aparte), salieron los camiones con la segunda edición.

En su versión on line, Crónica publicó la nota titulada “Patean para el mismo lado” ayer a la 0.42. Según fuentes del periódico, la decisión habría sido tomada por Alejandro Olmos, director del diario y hermano de Raúl Olmos, gerenciador del grupo empresario, que adquirió el diario en 2005, luego de que su fundador, Héctor García, se desprendiera de la totalidad de sus acciones. Los Olmos son los propietarios de Forjar Salud, la gerenciadora de la obra social de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), un gremio estrechamente ligado al kichnerismo. PERFIL intentó comunicarse con Olmos, pero el empresario se negó a hacer declaraciones.

En el sindicato de canillitas -un gremio aliado de Hugo Moyano y del Gobierno- aseguran que los ejemplares con la tapa del partido entre Maradona y Kirchner jamás llegaron a los kioscos.

En la nota, el diario había consignado: “Kirchner y Maradona comparten no sólo la pasión del fútbol, sino también la de tirar dardos fuertes a los periodistas”. Y concluía: “Anoche quedó claro que la relación entre Maradona y Kirchner goza de buena salud en todo sentido”.

¿Y el partido? Fuentes allegadas a Granados aseguraron que el partido finalmente no se realizó pero que, en cambio, Kirchner, Maradona y compañía compartieron un asado.

Allí, el ex futbolista le habría regalado al ex presidente una camiseta de la Selección.

En el Club Tristán Suárez, presidido por Gastón, hijo del intendente y amigo de Maradona, también estaban al tanto del encuentro. Fuentes del club le informaron a PERFIL que se iba a realizar el partido. A la hora de brindar información actualizada de qué fue lo que finalmente sucedió, no hubo respuestas. Gastón también estaba sentado a la mesa esperando a Kirchner. Cerca de Maradona, en cambio, se deslizó que el encuentro se produjo pero sin la presencia de Kirchner, quien a último momento habría desistido de ir.

La reunión se habría realizado en La Celia, un barrio cerrado de Ezeiza, de más de 15 años de antigüedad. Queda a unos 10 kilómetros de la bajada de la Autopista Ricchieri, a la altura del complejo de la Asociación del Fútbol Argentino. Una vecina le relató a PERFIL que La Celia era “una estancia muy grande. El casco se lo quedó Alejandro (Granados) y alrededor se fue construyendo el barrio”.

Por otra parte, una casera del barrio contó que “durante toda la mañana (del jueves) se corrió la bolilla de que iban a venir Maradona y Kirchner a jugar al fútbol”.

Al final, los vecinos descartaron que el partido se hubiera jugado porque en ningún momento vieron encendidas las luces de la cancha.