Condenaron a perpetua al represor Olivera Rovere
Fue sentenciado por secuestros, desapariciones y asesinatos perpetrados durante la dictadura, cuando era subcomandante del I Cuerpo del Ejército
23 de octubre de 2009
El Tribunal Oral Federal 5 porteño condenó a cadena perpetua a los represores Jorge Olivera Rovere y Bernardo José Menéndez por crímenes perpetrados durante la dictadura cuando el primero era subcomandante del I Cuerpo del Ejército bajo las órdenes de Guillermo Suárez Mason. Otros tres militares fueron absueltos.
Olivera Rovere estaba acusado de 116 secuestros y desapariciones, entre ellas la del escritor Haroldo Conti, y cuatro homicidios. Pero fue absuelto de varios cargos: la condena le fue impuesta por privación ilegítima de la libertad y dos homicidios calificados perpetrados con alevosía.
Durante la dictadura, el militar retirado tenía poder sobre los centros clandestinos de detención "El Banco", "El Olimpo" y "Automotores Orletti", entre otros.
El otro que fue condenado a perpetua es coronel retirado Menéndez, quien fue jefe segundo del Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea 101 entre 1976 y 1979.
Para los otros tres acusados -el general retirado Teófilo Saa, el coronel retirado Humberto Lobaiza y el teniente coronel retirado Felipe Alespeiti-, la querella había pedido 25 años de prisión, pero todos fueron absueltos por el tribunal y quedaron en libertad.
En su alegato final, Olivera Rovere, de 82 años, sostuvo que en los '70 hubo "una guerra con horrores y errores" que fue iniciada por "el terrorismo, atacando incluso a gobiernos democráticos". En su defensa, aseveró que "eran los terroristas mandados de Moscú para someter al país" y que "los subversivos no tenían como objetivo la democracia sino imponer un gobierno dictatorial como en el Imperio Soviético y Cuba". De todos modos, negó haber "recibido o impartido órdenes lesivas de los derechos humanos".
El tribunal que lo condenó está integrado por los jueces Daniel Obligado, Guillermo Gordo y Ricardo Frías. El Tribunal Oral Federal 5 porteño condenó a cadena perpetua a los represores Jorge Olivera Rovere y Bernardo José Menéndez por crímenes perpetrados durante la dictadura cuando el primero era subcomandante del I Cuerpo del Ejército bajo las órdenes de Guillermo Suárez Mason. Otros tres militares fueron absueltos.
Olivera Rovere estaba acusado de 116 secuestros y desapariciones, entre ellas la del escritor Haroldo Conti, y cuatro homicidios. Pero fue absuelto de varios cargos: la condena le fue impuesta por privación ilegítima de la libertad y dos homicidios calificados perpetrados con alevosía.
Durante la dictadura, el militar retirado tenía poder sobre los centros clandestinos de detención "El Banco", "El Olimpo" y "Automotores Orletti", entre otros.
El otro que fue condenado a perpetua es coronel retirado Menéndez, quien fue jefe segundo del Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea 101 entre 1976 y 1979.
Para los otros tres acusados -el general retirado Teófilo Saa, el coronel retirado Humberto Lobaiza y el teniente coronel retirado Felipe Alespeiti-, la querella había pedido 25 años de prisión, pero todos fueron absueltos por el tribunal y quedaron en libertad.
En su alegato final, Olivera Rovere, de 82 años, sostuvo que en los '70 hubo "una guerra con horrores y errores" que fue iniciada por "el terrorismo, atacando incluso a gobiernos democráticos". En su defensa, aseveró que "eran los terroristas mandados de Moscú para someter al país" y que "los subversivos no tenían como objetivo la democracia sino imponer un gobierno dictatorial como en el Imperio Soviético y Cuba". De todos modos, negó haber "recibido o impartido órdenes lesivas de los derechos humanos".
El tribunal que lo condenó está integrado por los jueces Daniel Obligado, Guillermo Gordo y Ricardo Frías.