La Casa Rosada rompió el silencio en el caso de espionaje por el que está detenido un policía que trabajó para el gobierno porteño y salpica a Mauricio Macri.

Lo hizo a través de Aníbal Fernández, que desvinculó a la Policía Federal del escándalo y apuntó al jefe de gobierno porteño, contra quien lanzó duras acusaciones.

"Es una estupidez rayana con la locura", sentenció el jefe de Gabinete cuando se lo consultó por la versión del gobierno de la ciudad según la que la Policía Federal tuvo que ver con el ingreso del espía Ciro James en la administración porteña.

James, que se desempeño en la Federal, en la Policía Metropolitana y luego en el Ministerio de Educación porteño, está detenido acusado de haber organizado escuchas telefónicas a familiares de las víctimas de la AMIA.

"Macri, tendría que dar las explicaciones de por qué suceden estas cosas. La verdad que uno tenga que soportar una expresión de esta característica es casi un insulto o tratar de meter a la Policía Federal en un tema que lo tienen que resolver ellos", completó Fernández en declaraciones a FM Millenium.

A través del ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, el gobierno porteño había denunciado una "operación política y económica" de la que responsabilizó a quienes pretenden "obstaculizar" la puesta en marcha de la nueva Policía Metropolitana. También denunció que James se había infiltrado en la administración de la ciudad para perjudicar a Macri.

Como parte de la investigación que tiene a James como principal acusado, El juez federal Norberto Oyarbide allanó ayer el Ministerio de Justicia de la ciudad de Buenos Aires y secuestró la computadora del jefe de la Policía Metropolitana, Osvaldo Chamorro. Sospecha que las autoridades de la nueva policía pueden estar relacionadas con un escándalo de escuchas ilegales.