Aumentará en la Illia, 25 de Mayo y Perito Moreno. Los aumentos llegan hasta $ 4,75 en hora pico. La empresa asegura que es consecuencia de la inflación
Para los usuarios de las autopistas porteñas, este año concluirá con nuevos aumentos. Este martes, en una audiencia pública convocada por la Ciudad, se debatirá este incremento que será de hasta el 25% y del 15% para los usuarios de telepeaje e involucra a las tres autopistas porteñas: Illia, 25 de Mayo y Perito Moreno. Se descuenta que los aumentos finalmente se aplicarán porque AUSA, la empresa de la Comuna que las administra, no tiene que pasar por la Legislatura para concretarlos y porque la audiencia pública no es vinculante.
Con los aumentos en las autopistas 25 de Mayo y Perito Moreno los autos particulares pagarán $ 3,50 y $ 4,75 en hora pico, cuando ahora abonan $ 3 y $ 4. Mientras que los que circulen por los poco más de 3 kilómetros de la Illia desembolsarán $ 1,25 y $ 1,75 en horario pico (ahora pagan $ 1 y $ 1,50). Y en la bajada Alberti de la Perito Moreno, a la altura del Parque Avellaneda, los particulares pasarán a pagar $ 1,25, veinticinco centavos más que la tarifa actual, según informó el diario Clarín.
Según fuentes de la empresa, hay dos motivos centrales para impulsar estos incrementos: el impacto de la inflación y el retraso cambiario producido por la devaluación de 2001. Además buscan continuar con la política de desalentar el uso del auto en el ámbito de la Ciudad. Una política que no ha generado ningún impacto concreto en el uso de las autopistas porque, según marcan las propias estadísticas oficiales, la caída en el flujo del tránsito hacia Capital bajó sólo un 6% desde que se implementaron los aumentos de octubre de 2008, que causaron fuerte impacto entre los usuarios. Algunos alcanzaron el 300% e inauguraron una nueva metodología de pago, el de las horas pico: de 7a 10 sentido al Centro y de 17 a 20 sentido a Provincia. Lo cierto es que sin alternativas de transporte público la gente leyó el incremento simplemente como un tarifazo.
Desde AUSA aclararon que esta nueva recomposición en las tarifas es necesaria para mantener en equilibrio una ecuación económico-financiera, e incluso también para cumplir con la ley 3.060, votada en mayo por la Legislatura. El artículo 5 de la ley dice que la empresa "no puede erogar más del 40% de sus ingresos en gastos de administración y mantenimiento ordinario de las obras existentes".
Ricardo Lasca, del Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial (CONADUV), consideró que el aumento "es abusivo y carente de todo fundamento. Tiene claramente la intención de aumentar la recaudación. Al final los pocos que dejaron de usar la autopista por el escandaloso aumento del año pasado transitan por las avenidas de la Ciudad", opinó. Lasca participará mañana de la audiencia pública, aunque criticó el método: "Son muy frustrantes. La Ciudad pretende diferenciarse desde su visión política de Nación, pero repiten estos modelos de audiencias que solo sirven para que uno se descargue. La realidad es que nuestras propuestas no son oídas", dijo resignado.
Como contrapartida desde AUSA detallaron a Clarín más de una decena de obras ya terminadas y en ejecución. Entre ellas la instalación de amortiguadores de impacto en los peajes de tránsito pesado de la 25 de Mayo que ya fueron testeados por un accidente real: hace unas semanas un camión se incrustó en uno de los amortiguadores y quedó perfectamente frenado a metros de la cabina de peaje. Para Alberto Silveira, de la ONG Luchemos por la Vida, esta autopista tiene muchas falencias: "Su diseño es antiguo y además hace mucho tiempo no responde al fin con el que fue creada, conectar a la Ciudad con Ezeiza. Desde hace décadas es una autopista interurbana. Hay lugares en que las banquinas no superan el metro de ancho y muchos accesos y salidas se encuentran mal marcados. Y no se cumple ni le hacen cumplir a los conductores la consigna de los carteles, por ejemplo en los carriles en donde dice pago exacto", detalló Silveira.
Al margen de los cuestionamientos, el aumento en las tarifas es un hecho. Pasada la audiencia, estiman en la Comuna que su aplicación podría llevar de "45 días a dos meses".