El auto de la Policía bonaerense, que llevaba a una mujer al hospital y la acompañaba su familia, embistió un colectivo. Murieron la familia y los efectivos
Finalmente se supo que las ocho personas que murieron anoche por un violentísimo choque en el barrio de San Cristóbal, entre un colectivo y una camioneta policial, viajaban en el vehículo de los efectivos.
Según informó la policía al diario Clarín, el auto trasladaba a una mujer con una afección cardíaca y a varios miembros de su familia.
Pasada la medianoche, muchos vecinos de San Cristóbal, Parque Patricios y Constitución (el fatal choque ocurrió justo en el límite de los tres barrios) vieron interrumpido su sueño por el incesante y sostenido ruido de sirenas que se apoderó de la zona durante largo rato. Patrulleros, ambulancias y camiones de bomberos iban camino al cruce de Combate de los Pozos y Juan de Garay. Allí, minutos antes, una camioneta policial, que trasladaba a una anciana que debía ser atendida de urgencia, cruzó el semáforo en rojo e impactó contra un interno de la línea 12.
El trágico resultado fue de ocho muertos: los dos agentes que conducían el vehículo, la anciana de 83 años que era trasladada de urgencia, tres de sus hijos y dos nietos que la acompañaban. Otras seis personas resultaron heridas, entre ellas una hija de la mujer y el chofer del colectivo.
El drama había comenzado en medio del festejo por el día de la madre. La familia estaba reunida en su casa de Avellaneda, cuando Petronila Giménez comenzó a sentirse mal. De inmediato, la llevaron hacia el hospital Fiorito, donde fue atendida y le dieron el alta. Pero de regreso, las cosas volvieron a complicarse: el estado de la mujer empeoró. Sus hijos y nietos no dudaron en llamar a la ambulancia, que nunca llegó. Desesperados, acudieron a la comisaría 3a en busca de ayuda. Allí, dos oficiales se ofrecieron a llevarlos al hospital Tornú, en Villa Urquiza, donde Giménez tiene su historia clínica.
Junto a Petronila -que se movía en silla de ruedas por una reciente operación de cadera-, en la caja de la camioneta subieron sus dos nietos y dos de sus hijos. Los dos policías de la Bonaerense y otros dos hijos se ubicaron en el interior de la cabina. El vehículo salió a toda velocidad y con las sirenas encendidas. Ya en Capital, tomó la avenida Juan de Garay y, al llegar, a Combate de los Pozos -a metros del parque que está frente al hospital Garrahan- cruzó con el semáforo en rojo. Por esa calle venía el interno 31 de la línea 12, que une Palermo con Barracas. El impacto fue tremendo: el patrullero quedó destrozado y el colectivo quedó orientado en forma inversa al sentido en el que se movía y sobre la vereda.
Los primeros en acudir en auxilio de las víctimas fueron los vecinos, pero en cuestión de segundos el lugar se pobló de patrulleros de la comisaría 18ª, bomberos y ambulancias del SAME. Los heridos –al menos seis- fueron trasladados de urgencia a los hospitales Penna, Ramos Mejía y Argerich.
El trabajo más duro fue el de los bomberos, que tuvieron que sacar de entre los hierros retorcidos de la camioneta los cuerpos de los dos oficiales. Petronila y sus familiares salieron despedidos del vehículo, ya que viajaban en la caja. La única sobreviviente fue la hija de la mujer, de 46 años, que ingresó al hospital Penna con politraumatismo grave, incluido traumatismo severo de cráneo, y fue operada de urgencia para colocarle un tubo de tórax. "Está comprometida", sostuvo Jorge Vilesio, jefe de Guardia de ese centro asistencial, donde además se atendió a otros tres lesionados, entre ellos el chofer del colectivo, que está fuera de peligro.