Es porque hubo ajustes salariales y el Gobierno no actualizó el mínimo no imponible. Así, parte de esos aumentos se los lleva el Estado. Por ahora, los K no lo piensan modificar
el Gobierno no actualizó este año -y todo indica que ya no piensa hacerlo- el tope a partir del cual se paga el Impuesto a las Ganancias (técnicamente llamado Mínimo no Imponible), ni tampoco ajustó los montos de los rubros que se pueden deducir. En consecuencia, frente a los aumentos salariales que se acordaron a lo largo del año, actualmente hay unos 700.000 empleados en relación de dependencia alcanzados por el impuesto. Hace un año eran unos 600.000.
Así, cada mes más trabajadores van siendo alcanzados por Ganancias porque sus ingresos nominales superan el tope vigente. Y además, los que ya están alcanzados por el tributo se ven obligados a pagar más.
De esta forma, el Fisco se queda en algunos casos con una porción elevada de los incrementos nominales de salarios, y los trabajadores pagan más impuesto en términos reales: esto es así porque el poder de compra no cambia, ya que los reajustes salariales apenas compensan el efecto inflacionario.
Así, según las estimaciones informadas a Clarín en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) este año hay unos 700.000 trabajadores alcanzados por Ganancias. Y también se les retiene este impuesto a unos 35.000 jubilados y pensionados, que pertenecen a una franja minoritaria con haberes elevados, informa el diario Clarin.
Hacia fines de 2008, y tras las protestas de varios gremios cuyos afiliados veían afectados sus ingresos por el impuesto, el Gobierno resolvió subir el mínimo no imponible. En ese momento, el organismo que conduce Ricardo Echegaray estimaba en unos 600.000 caos los empleados en relación de dependencia que pagaban Ganancias, una cifra que creció a lo largo de 2009 por la decisión de no volver a actualizarlo.
En esa misma ocasión se atendió otro reclamo: se eliminó la "tablita" de Machinea que gravaba con más fuerza a los sueldos más altos, en una decisión que buscó congraciarse con los sectores medios y altos en medio de la campaña por las elecciones legislativas que sobrevendrían al año siguiente.
Pero este año, urgido por las necesidades fiscales, el mínimo no imponible se mantuvo sin cambios y el Gobierno tampoco tiene previsto subirlo en 2010, según el proyecto que envió al Congreso (ver más información en pág. 4).
Por eso, al igual que en 2008, actualmente pagan Ganancias los solteros que trabajan en relación de dependencia que ganan -neto después de los descuentos de jubilación y salud- más de 52.200 pesos anuales (o más de $ 4.015 por mes, incluyendo el aguinaldo). Y los casados con 2 hijos con ingresos de bolsillos superiores a los $ 72.200 (o más de $ 5.554 mensuales). Claro que en el medio se acumuló una inflación que las mediciones privadas ubican en torno del 15% anual.
Los valores pueden cambiar según la cantidad de hijos o familiares a cargo y otras deducciones permitidas, como gastos de salud, personal doméstico o seguros. También pagan Ganancias los jubilados y pensionados (unos 35.000) y unos 400.000 trabajadores autónomos, pero a partir de valores más bajos aún.
Con los aumentos de salarios que se otorgaron -y los que podrían dar próximamente-, al crecer nominalmente el ingreso para compensar la inflación, una parte creciente del incremento salarial va al Fisco. Para que la presión impositiva no aumente, el Gobierno debería incrementar el mínimo no imponible y las deducciones en la misma medida que aumenten los sueldos.
Eso -según los ajustes promedio acordados por los gremios- implicaría subir esos rubros entre un 15 y 20%. Pero el Gobierno no lo hace porque de esa forma el Fisco se beneficia con mayor recaudación ya que captura una parte del ingreso que debería ir al bolsillo del trabajador.
La suba del mínimo no imponible no tendría costo fiscal para el Gobierno: es decir no implica ceder ingresos a favor de los trabajadores. Simplemente evitaría que el Fisco capte una parte mayor del ingreso de trabajador por el simple expediente de no ajustar los valores por la inflación del período.
Por ejemplo, un trabajador soltero que en 2008 ganaba $ 4.000 no pagaba Ganancias. Si este año tuvo un ajuste del 15% ¿ similar a la inflación real calculada por las consultoras privadas- y pasó a ganar $ 4.600, tiene el mismo poder adquisitivo que el año anterior pero ahora le están descontando $ 684 por año de Ganancias (unos $ 52 al mes, incluyendo el aguinaldo). Y quien ganaba $ 6.000 en 2008 y ahora pasó a cobrar $ 6.900 -un 15% más- de pagar $ 522 de Ganancias por año, ahora está pagando $ 1.950: o sea $ 1.428 más. En este caso en 2008 por Ganancias le descontaban el 0,67% del sueldo. En 2009, ese descuento se eleva al 2,17%. A mayor sueldo, mayor es la pérdida salarial.
Otro tema que está pendiente en relación al impuesto a las Ganancias es la equiparación de las deducciones de los autónomos con las que tienen autorizadas los empleados en relación de dependencia. A igual ingreso que un asalariado, el autónomo paga mucho más y eso genera un incentivo a la evasión, según los reiterados reclamos de los expertos en Ciencias Económicas.