Un condenado a muerte sobrevivió a la inyección letal
Fue por que las autoridades no le encontraron las venas. Romell Broom, de 53 años, debía ser ejecutado en el Estado de Ohio, pese a que lo pincharon 18 veces
12 de octubre de 2009
El debate sobre la pena de muerte volvió a reavivarse tras conocerse el caso de Romell Broom, de 53 años, quien debía ser ejecutado el pasado 15 de septiembre, pero no fue posible porque no le encontraron las venas.
La pena capital debía ser aplicada por el Estado de Ohio sobre este estadounidense, acusado de asesinar a una adolescente de 14 años, pero el gobernador Ted Strickland decidió la suspensión tras verse imposibilitada la acción, según publicó el diario español El País .
Asimismo, se conoció que fueron 18 los pinchazos infructíferos.
El medio ibérico cita una declaración jurada de Broom, en la que el mismo imputado declara que "al cabo de un rato, el director, Terry Collins, entró en la habitación y dijo que iban a interrumpir la ejecución".
"Esperar a ser ejecutado es angustioso. Me produce mucha tensión pensar en que el Estado de Ohio tiene la intención de causarme el mismo dolor físico la próxima semana", relató Broom en una declaración fechada el 17 de septiembre.