Ya se había mostrado de acuerdo con ese método y ahora convocará a expertos para analizarlo. La violación es un delito aberrante y por eso reclaman penas más severas
El gobernador de Mendoza, el justicialista Celso Jaque, redobló hoy su apuesta por instrumentar la castración química como una forma de reducir el número de violaciones que registra la provincia.
El martes, había dicho que está de acuerdo con ese método. Y hoy anunció, en conferencia de prensa, que convocará a un comité técnico legal para que le informe si se puede aplicar la castración química a los violadores reincidentes.
La iniciativa ya ha sido descartada por constitucionalistas y organizaciones defensoras de los derechos humanos que argumentan que es una medida "inviable" porque se necesita una modificación del Código Procesal Penal y el rechazo de pactos internacionales.
Pero la administración de Jaque, que tiene graves problemas financieros para llegar a fin de año y tiene que sortear una ola de delitos y violaciones, ha decidido hacer este anuncio para instalar un debate que posiblemente quede en la nada.
Según anunció el gobernador, convocará por decreto a este comité, integrado por abogados, médicos, sexólogos y funcionarios judiciales. Quiere que en 30 días esté en funcionamiento y, en un plazo acotado, emita un dictamen para saber si la castración química puede frenar la ola de ataques sexuales.
En su exposición, argumentó que en Mendoza hay "una violación cada 3 días" y que "el 38% de los detenidos por este tipo de delito es reincidente".
El gobernador abogó la teoría que dice que los violadores son "irrecuperables" y planteó la necesidad de modificar la ley para prevenir futuros hechos.
Según reconoció Jaque, si el dictamen es favorable a la inhibición del deseo sexual mediante la aplicación de distintas drogas a violadores reincidentes, habrá que realizar una reforma en el Código Procesal Provincial y también del Código Penal Argentino.