Boudou dijo que no aceptará críticas a su política económica. El enviado del Fondo le salió al cruce: "Debemos dar dictamen sobre la política económica argentina"
El chileno Nicolás Eyzaquirre, jefe del área Hemisferio Occidental del FMI, y a cargo del caso argentino, le respondió al ministro de Economía, Amado Boudou, diciendo que sí opinará sobre la política económica argentina. Y criticó cómo el Gobierno encaró el impacto de la crisis financiera mundial.
Eyzaguirre habló en la Asamblea Anual del FMI que se hace en Estambul. Llovía, y desde la sede del seminario apenas podía divisarse Santa Sofía, una basílica construida por Justiniano en el 537, luego mezquita y hoy museo.
El sábado, Boudou dijo que Argentina no aceptará críticas a su política económica de parte de la misión del FMI que viaje para la supervisión del artículo 4. Misión que hoy discuten la cúpula del Fondo con el Gobierno. Eyzaguirre le salió ayer al cruce. "Somos funcionarios y tenemos que cumplir nuestro mandato; debemos dar un dictamen sobre la política económica argentina", dijo.
"No queremos ser intrusivos ni interferir -continuó-. Pero sí tenemos que ser transparentes, explicar a la Junta del FMI cuál es nuestra opinión sobre la sustentabilidad y perspectivas de las políticas argentinas. Esto no es política (en el sentido tradicional), sino que tiene que ver con la política económica".
Así, dejó en claro que el análisis del artículo 4 no será de bajo perfil como pretende el Gobierno. Pero no se quedó ahí. Empezó a delinear su opinión sobre la política económica argentina. Según Eyzaguirre, hay un grupo de países latinoamericanos que serán de los que lideren la recuperación a nivel mundial. Son los que exportan materias primas y tienen objetivos de control de inflación. Y otro grupo de naciones que también exportan materias primas pero que no ponen techo al alza de precios. "Estos tienen su economía más frágil, no tienen acceso a los mercados financieros, tienen una política fiscal procíclica". No dudó cuando se le preguntó en qué lista incluye a la Argentina: la segunda. Y fue más allá, mucho más allá. "La política fiscal no está redactada en reglas reconocidas", agregó, apuntando a la falta de claridad de la normas económicas locales.
Según su punto de vista, los problemas no arrancaron ahora. "Cuando los precios de las materias primas subían, otros exportadores intentaban ahorrar. No era el caso de la Argentina. Siguieron gastando", señaló, marcando distancia, por caso, con el caso chileno, país que formó un fondo anticíclico con el dinero del cobre. Y donde espera presentarse como candidato a Presidente, según versiones que circulan aquí. Y apuntó así al alza del gasto público, alimentado sobre todo por las últimas elecciones.
"En lo que hace a la política monetaria -continuó- no han podido llevar una política tan contracíclica como otros países". Comparó el caso con Chile o Perú, que sí bajaron las tasas para favorecer el consumo.
"El ministro Boudou está en una estrategia para acceder de nuevo a los mercados de capitales", señaló. Pero de inmediato marcó otro punto, como un contrasentido. "Pero hay superávit de la cuenta corriente, y eso significa que los ahorros de la Argentina se exportan para invertir en el resto del mundo". No dejó ahí el tema de la fuga de capitales. "La pregunta sería -continuó-, ¿no es necesario invertir en Argentina? ¿O pueden permitirse el lujo de invertir en otros países? La respuesta es clara".
"Tienen ahorros -agregó-. Pero si el sector privado utiliza esos ahorros para enviarlos al extranjero, no se pueden aprovechar. Tienen que dar oportunidad al resto del mundo para que invierta en su país, y no al revés".