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Publicistas contra la ley de medios
Por Alberto Borrini para la Nación
29 de septiembre de 2009
El sector de la publicidad, contenido significativo de los medios audiovisuales, cuestionó el proyecto de ley que se debate en el Congreso a través de presentaciones de sus dos entidades más representativas.

El presidente de la Asociación Argentina de Agencias de Publicidad (AAAP), Gustavo Anderson, y su par de la Cámara Argentina de Anunciantes (CAA), Luis Mario Castro, suscribieron una circular, con el rótulo del Consejo de Autorregulación Publicitaria (Conarp), en la que, luego de insistir en la necesidad de respetar el código de ética, termina diciendo que, de esa manera, no sólo se cuidará la calidad de los anuncios, sino que también se evitará la intervención del Estado, para proteger sus inversiones publicitarias.

Pero unos días antes, ambas entidades se habían pronunciado por separado, con algunas diferencias derivadas de sus respectivos roles, y puntualizando sus objeciones y sugerencias en documentos dirigidos a los legisladores.

La CAA fue la primera en plantear sus críticas públicamente; en términos muy duros, con la consideración de que "desea alertar a los señores legisladores sobre aspectos del proyecto que pueden afectar el derecho a la libertad de expresión comercial, principal fuente de financiamiento de los medios y de la gratuidad de los servicios abiertos de radiodifusión y televisión que hacen posible la libertad de expresión ciudadana".

Días después, sus objeciones fueron ratificadas por el director general de la CAA, Philip Pérez, durante una entrevista con LA NACION, y publicada el pasado domingo 26, a la que remitimos.

La entidad critica, básicamente, aspectos que considera clave, como "el debilitamiento del derecho a emitir publicidad, la obligatoriedad de la intermediación en la compra de medios, la exigencia de producción nacional para los comerciales audiovisuales", entre otros.

El texto elevado por la entidad de las agencias, AAAP, y firmado por Jorge Castrillón, su gerente general, es más conciliatorio y comienza por coincidir con algunos considerandos del proyecto oficial, como la "necesidad de sustituir el marco legislativo vigente"; también adhiere al de "garantizar la pluralidad, la diversidad y una efectiva libertad de expresión".

Traza, a continuación, un breve cuadro de situación de la publicidad, y enfatiza su importancia económica y social. "Si pensamos, por ejemplo, que 14 minutos de cada 60 minutos de programación en radio, o 12 minutos de cada 60 en televisión, incluyen publicidad, llegamos rápidamente a la conclusión de que alrededor de seis horas de una jornada completa de transmisión se destina a avisos", contabiliza la entidad.

La facturación publicitaria, añade, alcanzó en 2008 los 7700 millones de pesos; representa el 1% del PBI y es fuente de trabajo para más de 100.000 personas. "Sin publicidad, sin los ingresos que aporta, los medios difícilmente podrían existir, y la posibilidad de expresarse correría el riesgo de transformarse en una mera utopía", finaliza.

Ante un proyecto de ley tan frondoso y complejo, y con un trámite tan urgido por motivos políticos, el documento de la AAAP fue previamente consultado y corregido después de ser girado a los asociados.

Objeciones y coincidencias
El núcleo central de la presentación es el rol de la agencia en la actividad; destaca que "no puede haber publicidad seria y responsable sin la intervención de las agencias", y pide corregir la ambigua forma en que las menciona el proyecto oficial, "productoras publicitarias".

También se refiere la entidad a la adecuada compensación por sus trabajos y advierte que, "sin fundamento alguno, se pretende gravar a las agencias como si fuesen beneficiarias de licencias de servicios de comunicación audiovisual". Se solicita, además, que las agencias sean parte del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual.

Darío Straschnoy, presidente de la agencia Young & Rubicam, explica que es importante la cláusula que exige que los comerciales sean de producción nacional; argumenta que la publicidad argentina saca provecho de la globalización, debido a esto: "Nuestros creativos compiten de igual a igual con sus colegas extranjeros en los mercados del primer mundo, gracias a su talento, reconocido y solicitado internacionalmente. Cerrar las fronteras, aislarnos, no se justifica ni nos conviene, porque la balanza comercial de la producción publicitaria favorece al país".

Las dos entidades coinciden en que la publicidad es uno de los ingredientes básicos de la libertad de expresión, y que es preciso protegerla.