Lo desarrollaron científicos españoles y también permite hallar otras enfermedades virales. Inventaron, además, medidores de glucosa implantables
Un avance clave en la detección del virus del SIDA.
La creación estuvo en manos de investigadores del Instituto de Microelectrónica de Barcelona del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El sistema se basa en una enzima modificada genéticamente y una pequeña red de microelectrodos, una combinación que permite realizar el análisis rápidamente y que se prevé podrá ser introducido en el sistema sanitario el año que viene.
Su pequeño tamaño y el reducido coste son dos características que resultan muy útiles para zonas geográficas apartadas y con recursos médicos insuficientes.
Además, esta tecnología puede usarse no sólo para detectar el HIV en una hora sino también otras infecciones víricas como fiebre aftosa, influenza A y hepatitis B y C, explicó el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo.
En la misma línea, otro equipo del CSIC está dirigiendo la parte española de un proyecto internacional para desarrollar biosensores de glucosa implantables, para lo que están creando un sensor subcutáneo "ultrasensible" que controle el nivel de azúcar de los pacientes cada 10 o 15 minutos.
El sensor transmite esos datos al móvil del paciente, a cualquier otro dispositivo conectado a internet o al centro sanitario donde se archive su historia clínica, e incluso le indica las acciones a seguir, como ingerir alimentos o la dosis de insulina adecuada si se detecta una concentración alta o baja de azúcar en la sangre.
También se espera que este biosensor pueda utilizarse en 2010.
Se trata de trabajos realizados en la Sala Blanca del Instituto de Microelectrónica, un recinto con atmósfera totalmente controlada para crear sensores químicos y biológicos a escala micro y nanométrica, que acaba de ampliar sus instalaciones.