El objetivo es que el vicepresidente Julio Cobos no preside la sesión del Senado en donde se tratará la Ley de Radiodifusión. Claro, el fantasma de aquel voto no postivo del vicepresidente ronda en la cabeza del matrimonio presidencial.

La intención de Néstor Kirchner es que ese trámite se posponga al 14 de octubre, para que coincida con la próxima gira presidencial, con lo cual Cobos debería estar a cargo del Poder Ejecutivo.

"Hay mucha preocupación en Olivos. Kirchner comenzó a llamar a los senadores y opera con los gobernadores para que bajen la orden de no modificar siquiera un artículo de la ley, lo que caería muy mal", dijo ayer a La Nacion una alta fuente de la Casa Rosada.

Se supo además que Cristina Kirchner telefoneó desde Nueva York al jefe del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto. La orden era la misma: no retocar el texto de la media sanción de la Cámara de Diputados.

Por estas incertidumbres, en Balcarce 50 se comenzó a evaluar la posibilidad de que los senadores oficialistas dilaten el tratamiento del proyecto una semana más. Hasta ayer, la orden presidencial era apurar el debate para fijar la sesión para el 7 de octubre.

Ahora, la Casa Rosada no verá con malos ojos la postergación por siete días. En ese caso, Julio Cobos no podría presidir la sesión. Sucede que entre el 13 y el 16 de ese mes la Presidenta viajará a la India y el vicepresidente deberá reemplazarla como presidente en ejercicio. No podrá así presidir el Senado y tampoco terciar en un eventual desempate.

Quien encabezaría así la sesión sería el presidente provisional del Senado, José Pampuro. El recuerdo que brota como un fantasma en el oficialismo es el del debate del 17 de julio de 2008, cuando Cobos debió desempatar una votación y con su negativa rechazó la resolución 125, que imponía retenciones móviles a las exportaciones de granos.

La irrupción de Pampuro en la sesión daría garantías a la Casa Rosada de tener un voto favorable en caso de desempate. Cobos rechazaría la ley de medios.

"Es posible que presida la sesión, pero a mí no me gusta patear penales en caso de empate porque me pongo nervioso", bromeó Pampuro en declaraciones a Radio El Mundo. "Igualmente no creo que suceda porque llegaremos con votos suficientes para aprobar sin cambios la ley", agregó. En rigor, en el oficialismo no tienen seguridad de que puedan sancionar el proyecto tal como llegó de Diputado. Por eso, un alto miembro del Gobierno confió ayer a La Nacion que "en caso de no tener número para imponer el texto original, el oficialismo tendrá que sancionar uno con modificaciones y volverá a Diputados para su revisión".

En el Gobierno aseguraban ayer que a Kirchner no le haría ninguna gracia que se concreten las modificaciones que se analizan: extender de uno a tres años el plazo para la desconcentración compulsiva de los grandes multimedios y darle mayor autonomía al órgano de aplicación de esa desmonopolización.