Embajada de Brasil en Honduras rodeada por la Policía: tensión - Asteriscos.Tv
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21 de noviembre de 2024
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Embajada de Brasil en Honduras rodeada por la Policía: tensión
Los suministros de agua y energía eléctrica de la sede diplomática donde se refugió el derrocado Zelaya fueron cortados. Además, el edificio está vallado y aislado
22 de septiembre de 2009
"Hasta las galletas se acabaron y casi no hay agua" (en la embajada brasileña, donde permanece refugiado el presidente depuesto Manuel Zelaya tras su retorno a Honduras, acompañado de 300 personas, entre ellos 12 niños), aseguró el canciller brasilero, Celso Amorim.

El número de visitantes aumentó dramáticamente al amanecer del martes 22 de septiembre, luego de que militares y policías hondureños rodearan la embajada y expulsaran a miles de manifestantes congregados en los alrededores en apoyo a Zelaya.

Varias decenas de manifestantes lograron entrar a la embajada, lo que agudizó la escasez de alimentos y agua potable, cuyo suministro fue cortado supuestamente por órdenes del régimen de facto de Roberto Micheletti para forzar la salida de Zelaya. Por la tarde, lograron retirarse sin ser detenidos por la policía que rodeaba el lugar.

La Cruz Roja y la embajada de los EEUU intentan hacer llegar alimentos a la misión brasileña, agregó Amorim.

El sacerdote Andrés Tamayo que se encuentra en el interior de la sede diplomática manifestó que "la situación se vuelve cada vez más caótica".

“No tenemos comida. Hay niños, como 10 ó 12 niños, que no han podido comer. Estamos en una gran dificultad”, agregó Tamayo, un cura católico de origen salvadoreño que vive hace 26 años en Honduras, hoy día dedicado a lograr la restitución de Zelaya en el poder.

La embajada brasileña, donde también se encuentra un puñado de diplomáticos brasileños al mando del encargado de negocios, Francisco Rosendeno, intenta conseguir alimentos para sus numerosos huespedes. Lo último que comieron los periodistas que permanecen en la sede diplomática fue el desayuno del lunes 21/09.

“No dejan entrar a la Cruz Roja porque a través de ellos podemos traer comida”, dijo Tamayo, quien llegó a la embajada el lunes poco después del mediodía, sin poder irse debido al toque de queda.

Zelaya, quien se encuentra junto a su esposa Xiomara Castro y a su hijo menor José Manuel, ocupa una oficina de la embajada donde puede intentar dormir en un sillón, pero el resto de ocupantes tiene que intentarlo en el suelo.

"Nadie ha dormido aquí, estamos alertas. Uno se acuesta en el piso, pero se está entre despierto y dormido", dijo Tamayo, a quien el régimen de Micheletti quiere despojar de su nacionalidad hondureña, obtenida hace 3 años durante el gobierno de Zelaya.

"No tenemos nada de comida", indicó Gilberto Contreras, un agricultor zelayista de El Paraíso, una fértil zona productora de café en la frontera con Nicaragua, quien llegó ayer a Tegucigalpa a saludar el regreso de 'Mel'.

Contreras pasó la noche junto a miles de entusiastas manifestantes, charlando, cantando y gritando consignas en favor de quien consideran el legítimo presidente de Honduras, y logró entrar a la embajada durante la represión militar. “Como están los militares afuera no nos dejan entrar alimentos. Lo peor es para los niños”, aseguró.

Por otra parte, el gobierno de facto encabrzado por Roberto Micheletti, volvió a implementar hoy el toque de queda, y esta vez extendió la medida hasta las 6 (hora local) de mañana.

Mientras tanto, Zelaya anticipó que no planea pedir asilo político a Brasil, sino solamente "protección" al tiempo que manifestó alegría por su retorno a Tegucigalpa, a pesar de haber sido recibido con "balas y bombas", en referencia al desalojo de los manifestantes de los alrededores del edificio.