Una ex bailarina nudista reveló que mantuvo una relación con un clérigo de Miami, con quien tuvo una hija, y a quien conoció en el centro nocturno donde trabajaba
La Archidiócesis de Miami informó hoy en un comunicado de que no tuvo conocimiento de esos hechos hasta mediados de agosto pasado cuando al padre David Dueppen se le dio la licencia para ausentarse y se le prohibió desempeñar funciones sacerdotales.
Las relaciones amorosas entre Beatrice Hernández y Dueppen fueron divulgadas en los medios informativos locales al conocerse que la ex bailarina solicitó una manutención para la niña que dio a luz en enero pasado y que ella asegura que el padre es el sacerdote.
Hernández también pidió una orden de restricción contra el religioso quien, según ella, comenzó a sugerirle que asistiera a un club de lesbianas y a una colonia nudista para que se liberara de los espíritus diabólicos que el sacerdote afirmaba se habían apoderado de ella.
En una entrevista para un canal de televisión de Miami, la mujer relató que conoció a Dueppen en el club nocturno donde trabajaba como nudista y que la primera noche se gastó unos 1.800 dólares con ella.
Dueppen trabajó en San Francis de Sales, en Miami Beach, la misma iglesia en la que oficiaba misa el ex sacerdote católico Alberto Cutié, a quien un fotógrafo capturó acariciando y besando en una playa a una mujer que luego se convirtió en su esposa cuando él abandonó el catolicismo.
Hernández todavía estaba casada cuando comenzó a citarse con Dueppen y dijo que éste pagó por su divorcio.
La relación con el sacerdote culminó en el 2005 y ella amenazó con demandar a la iglesia y para evitarlo la archidiócesis de Miami alcanzó un acuerdo con la ex bailarina mediante el cual recibió 100.000 dólares, según dijo Hernández al canal de televisión.