La escudería francesa Renault será expulsada definitivamente de la Fórmula 1 si vuelve a cometer una infracción grave en las dos próximas temporadas, luego de que la entidad dependiente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) juzgara el caso de fraude en el Gran Premio de Singapur 2008.

La escudería fue sancionada por haber "hecho trampas" al ordenar a su piloto, el brasileño Nelsinho Piquet, que provocara voluntariamente su propio accidente para facilitar la victoria de su compañero, el español Fernando Alonso, el 28 de septiembre de 2008 en Singapur.

Al término de las comparecencias de hoy en París, el Consejo Mundial decidió castigar a Briatore, que dejó Renault el pasado 16 de septiembre, con la sanción más dura. En cambio Renault, que podría haber recibido un castigo igual de fuerte, salió airosa con un toque de atención que no le obliga a dejar inmediatamente la Fórmula 1, en la que está presente de uno u otro modo desde 1977.

Como estaba previsto, comparecieron ante el Consejo Mundial Piquet y Alonso, así como el presidente de Renault F1, Bernard Rey. Sin embargo, los dos principales protagonistas del caso destapado por Nelsinho Piquet en agosto pasado, el director de la escudería Briatore y el ingeniero jefe Pat Symonds, acusados de haber dado la orden a Piquet, no estuvieron presentes.

Como le prometió a cambio de su testimonio, la FIA garantizó la impunidad a Nelsinho Piquet. "En cuanto a Fernando Alonso", dice en su comunicado, "el Consejo Mundial le agradece su cooperación en la investigación de la FIA" y "concluye que Alonso no tiene nada que ver con las violaciones del reglamento cometidas por Renault", admitiendo que el español no sabía nada del complot para que ganara.