En Argentina los empresarios pagan por la energía un 70% menos que en Brasil, pese a los aumentos que decretó el Gobierno en electricidad y gas en los últimos tiempos
Los empresarios locales pueden lamentarse con argumentos por los conflictos gremiales, el cambio frecuente en las reglas de juego, la ausencia de un plan económico a largo plazo y la efervescencia en la arena política tras la derrota del kirchnerismo en las elecciones.
Pero deberán reconocerle al Gobierno al menos un guiño: el bajo precio que se paga en el país por la energía gracias a subsidios y controles de precios, en comparación con sus competidores regionales.
A pesar de los aumentos que tuvieron la electricidad y el gas, la industria local paga en promedio un 30% de la boleta final que abona mes a mes un competidor en Brasil �que también tiene un tipo de cambio menos competitivo� o en Chile. Así se desprende del último informe elaborado por Montamat & Asociados, la consultora del ex secretario de Energía y titular de YPF en su etapa estatal, Daniel Montamat. La comparación tiene otro condimento: el control de precios y los subsidios al sector energético fueron dos de las banderas que más fuerte agitó el kirchnerismo desde 2004. Pero comenzó a flexibilizar su postura por el deterioro de las cuentas públicas y los números de las empresas que componen la cadena energética. En esa línea, los valores comenzaron a aumentar a partir de 2005. Aun así se mantienen las diferencias entre la Argentina y el resto de la región. De acuerdo con el informe de la consultora, la tarifa eléctrica que pagó un usuario industrial de baja tensión en las zonas de Edesur y Edenor (prestan el servicio en Capital y el Gran Buenos) durante junio fue de $ 47,4 para quienes consumen en baja tensión. En Brasil, ese número fue casi 3,5 veces más, hasta los $ 161,9, y en Chile aún mayor ($ 170,3).
Para Yanella Lovecchio, miembro de Montamat & Asociados y responsable del informe, el por qué de las diferencias de precios se puede explicar en pocas palabras. �Acá, los precios de la generación de electricidad no respetan los valores internacionales de los derivados del petróleo. En la Argentina un 60% de la producción de electricidad se hace en base a combustibles líquidos, pero se toma en cuenta como si se usara gas �más barato�, algo que no ocurre en la práctica�, explica.
Por caso, los usuarios en media tensión, el valor de la energía en las zonas de Edenor y de Edesur fue de $ 36, apenas un 36% de los $ 99,9 de Brasil, y un 29% de los $ 125,3 que paga un empresario chileno si se toma en cuenta un usuario industrial con media tensión y una demanda máxima de 300 kilowatts/hora. Según explican en una de las mayores distribuidoras eléctricas del país, se trata de un �típico usuario industrial, de un tamaño interesante, entre mediano y grande�. Por su parte, Francisco Mezzadri, ex presidente de la Cámara de Inversores en el Sector Eléctrico, apoya ese argumento y lamenta que la diferencia no sólo se da �entre países, sino también al interior de la Argentina�.
La historia se repite en el caso del gas. En promedio, una industria local paga $ 0,556 el metro cúbico (m3), mientras que en Brasil hay que desembolsar cuatro veces más ($ 2,264) y en Chile más de ocho ($ 4,682).
Hay que hacer una aclaración. En muchos casos, las industrias más grandes, como Siderca y Siderar; las del polo petroquímico de Bahía Blanca (Solvay Indupa, Dow) o las siderúrgicas Aluar y Acindar, pagan más para asegurarse el suministro.