El obispo saliente de Puerto Iguazú, monseñor Joaquín Piña, sostuvo que se tomó "con cierto humor" las críticas del presidente Néstor Kirchner a sectores de la Iglesia, al tiempo que le reclamó al jefe de Estado una "autocrítica".

"Todos tenemos que hacer autocrítica y también el Presidente tiene que hacer su autocrítica", enfatizó Piña, un día después de las fuertes críticas del jefe de Estado.

El prelado se refirió con ironía a las duras expresiones de Kirchner contra la jerarquía eclesiástica, cuando advirtió que "el diablo llega a todos", tanto a los que visten "pantalones" como "a los que usan sotanas".

Piña coincidió con Kirchner en que "Dios es de todos", aunque señaló que "el problema está en que a veces nosotros no estamos con Dios".

"Se ve que va poco a la iglesia el Presidente, porque hace años que no usamos la sotana", bromeó el prelado, a quien esta semana El Vaticano le aceptó la renuncia al gobierno de la diócesis de Puerto Iguazú, por haber sobrepasado los 75 años.

Piña dijo que "todos" tienen "tentaciones" y agregó: "a veces tengo tentación de decir alguna cosa y me la callo por prudencia".

Por otra parte, el prelado, quien encabeza la lista de candidatos a convencionales constituyentes por la oposición en Misiones, ratificó su impresión de que el gobernador Carlos Rovira "poco a poco se ha ido convirtiendo en un pequeño dictador"

"Ahora quiere perpetuarse en el poder. Es grave, no podíamos permitirlo. Es un pecado contra la democracia. Es tan excesiva la pretensión del gobierno que provocó una reacción grande", enfatizó.

También sostuvo que a los actos políticos del oficialismo "acarrean a la gente" y dijo que "la mayor parte son empleados públicos".

A pesar de su enfrentamiento con el oficialismo, Piña elogió la política de derechos humanos encarada por el Gobierno nacional.

"Eso para mí es lo más positivo que tiene el presidente Kirchner, en eso yo lo apoyo totalmente", subrayó.