El titular del Grupo Petersen y vicepresidente de YPF, Enrique Eskenazi, fue
distinguido hoy por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) por "su aporte al desarrollo social, económico y cultural de la Argentina".

Aldo Donzis, titular de la DAIA, sostuvo que con esta distinción se cumple un homenaje a "quienes ayudan a hacer una sociedad diferente".

"Reconocemos a aquellos que aportan a la cultura, al desarrollo social y a la vida; debemos considerarlos un ejemplo a emular", dijo Donzis en el agasajo.

Eskenazi estuvo acompañado en la ceremoania por su esposa, Silvia Storey, y rodeado de sus hijos y nietos, y reconoció que es la primera vez que reúne a su familia en un acto en el que se lo distingue.

"Quiero contarles que mi familia es un ejemplo ecuménico que ya tiene 53 años de existencia. Comparto este momento con las últimas generaciones, mis trece nietos... Este acto es para mí muchísimas cosas, sentimentales e históricas", dijo.

El cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, le expresó telefónicamente al ingeniero Eskenazi su satisfacción por la distinción.

"Si bien no pude acompañarlo personalmente, quiero que sepa que lo tuve presente en mis oraciones. Felicitaciones de todo corazón", le dijo Bergoglio.

Entre los invitados más destacados se encontraban los embajadores de España y Francia, Rafael Estrella y Frederic Baleine Du Laurens, respectivamente.

Eskenazi se refirió también al papel de los empresarios. Dijo que tienen más responsabilidades por lo que no hacen que por lo que hacen.

"Para lo que hacemos están las leyes que lo regulan, pero lo otro es decisión de cada uno de nosotros", dijo, e instó a recuperar con el compromiso social los deberes que ayuden a elevar la figura de los hombres de negocio.

"Si los empresarios no crean riqueza, no son empresarios", aseveró el titular del Grupo Petersen.

El acto había comenzado en la plaza seca de la sede de la DAIA, Pasteur al 600, donde el empresario rindió tributo a las víctimas de los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel con una ofrenda floral en el monumento que honra su memoria.

Al finalizar el acto oficial, Donzis le pidió al ingeniero que descubriera una placa.

Con los nombres de Isaac Eskenazi y Fanny Ojalvo, padres del ingeniero, fue bautizada la sala de reuniones de la institución.