La ministra de la Corte Suprema de Justicia, Carmen Argibay se quejó de que la tilden de "abortista" y afirmó que aún "no hay voluntad de debatir sobre el aborto", tema por el cual recibió varias impugnaciones mientras se preparaba para ingresar a la Corte.

En otro tramo de la entrevista a Clarin.com, la magistrada indicó, tras repasar los casos recientes en Guernica y Mendoza, donde estaban involucradas menores que habían sido violadas que "la discusión en la sociedad sigue faltando. Todavía veo la voluntad de imponer un criterio sobre otro".

"Cuando digo que quiero que puedan decidir no estoy diciendo que quiero que todas aborten", explicó, al mismo tiempo que reclamó cambios urgentes en la legislación.

En los próximos meses, la Corte podría declarar la inconstitucionalidad del artículo 14 de la ley de drogas, que penaliza la tenencia para consumo. "Hay varios expedientes dando vuelta", admitió Argibay. No obstante, aclaró que para que ello suceda "debe estar planteado por las partes" en un caso concreto. Una vez más, la magistrada se mostró a favor de la despenalización, "Bazterrica ya se aplicó y no le hizo daño a nadie", dijo, en referencia al fallo dictado por el máximo tribunal en 1986.

Al ser consultada por los planes oficiales para sanear el Riachuelo, Argibay remarcó el "compromiso público" que "quedó demostrado en la audiencias" del 5 y 12 de septiembre, y elogió el acuerdo alcanzado entre el Poder Ejecutivo nacional, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad. "Muchas veces nos han prometido que se iba a limpiar. Yo no se si vamos a tomar mate (en la orilla), pero algún día hay que empezar", indicó.

También negó que el conflicto en torno a la instalación de las pasteras en Uruguay haya acelerado la intervención de la Corte en la limpieza del Riachuelo. "La gente cree que empezamos a actuar en el tema del Riachuelo por las papeleras pero no es así. Hace mucho que ese tema está en la Corte", remarcó.

En tanto, Argibay criticó los proyectos legislativos para bajar la edad de imputabilidad de los menores. "No creo que haya que bajarla. Por un lado, hay que respetar la Convención de los Derechos del Niño, y, por otro, (los chicos) no tienen la preparación necesaria para decidir", dijo. Y agregó: "Un chico no es un grande que todavía no creció; tiene falta de maduración y de conocimientos". Además, cuestionó duramente el funcionamiento de los institutos de menores y pidió que no se mezcle el debate de los menores con los reclamos de seguridad.